Rubén Darío Santander Guerrón, de 17 años, murió ayer en el poblado fronterizo de Puerto Mestanza al ser alcanzado por una bala perdida producto de un tiroteo en la línea de frontera entre Ecuador y Colombia, en el río San Miguel.

La población civil del puerto fronterizo vivió una escena de terror cuando fueron atacados por una ráfaga de balas. Según testigos, a las 11:30 de ayer dos lanchas con personal militar que se movilizaba por el río San Miguel, al cruzar por el sector empezaron a disparar a todas direcciones alcanzando al poblado de la frontera.

“Esto era un terror, la gente empezó a correr y se escondía como podía. Las balas caían sobre los techos de las casas y sobre la calle principal”, dijo un testigo que no se identificó por temor a represalias.

Sin embargo, Rubén Santander no corrió con la misma suerte de sus vecinos. Cuando intentaba esconderse debajo de una cama fue alcanzado por una bala que impactó en su cabeza, la que le quitó la vida de manera instantánea. Junto a él estaba una joven y un niño, que salieron ilesos al refugiarse debajo de una cama.

“Sentí un miedo muy terrible al escuchar esa plomacera. Yo cogí a mi hijo y salí corriendo al monte a esconderme”, dijo una madre de familia.

Los habitantes del sector señalaron que el tiroteo duró aproximadamente 15 minutos. Ellos atribuyen el hecho presuntamente al Ejército ecuatoriano que patrulla la frontera sobre el río San Miguel.

La víctima se encontraba de vacaciones en la finca de sus padres. Estudiaba en el colegio técnico Segundo Orellana de Lago Agrio, donde cursaba el cuarto año.

Era el primer hijo de dos que tenía Samuel Santander, de nacionalidad colombiana, y de Karen Guerrón, ecuatoriana.

“Le pido a las autoridades que se haga justicia. A mi hijo lo mató el Ejército ecuatoriano, porque ellos eran los únicos que estaban en las chalupas”, dijo Karen Guerrón, que lloraba la muerte de su hijo.

Otro testigo, que evitó identificarse, señaló que el incidente se produjo cuando las lanchas del Ejército ecuatoriano se acercaron al lado colombiano a decomisar unos tanques presuntamente de combustible, cuando se escuchó una detonación de lado colombiano, lo que dio inicio a los disparos que hacían los militares desde las lanchas.