El argelino Bouziane «sería asesinado» si se le deporta a su país. Con esta tesis, el movimiento 15-M y la Coordinadora de Inmigrantes han sumado fuerzas para pedir hoy a la Subdelegación General de Asilo en Madrid que la orden de expulsión que pesa sobre Bouziane se mantenga en suspenso. El objetivo es ganar tiempo para recabar documentación que acredite que la situación del argelino y sus tres hermanos están «amenazados de muerte» en su país.
Para acometer esta tarea, uno de los indignados se desplazará este viernes a Madrid, a la Subdirección General de Asilo, y a continuación tomará un vuelo a Argelia para recabar datos que prueben el peligro que amenaza a la familia de Bouziane.
Los indignados, que cuentan con el apoyo del subdelegado de Málaga, también han solicitado para el argelino un permiso de residencia excepcional por motivos humanitarios. El subdelegado, Hilario Luna, que ya se reunió en varias ocasiones con el 15-M ha asegurado que hará «todo lo que sea necesario» para que se quede en España, «pero por los establecimientos que establece la ley».
Ayer, el 15-M, convocó concentraciones por todo el país frente a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) para pedir la liberación de Bouziane y protestar por la vulneración de derechos humanos en los CIE.