Editorial

De la rabia social al vandalismo

Las protestas y la violencia se extienden a toda la geografía del Reino Unido con un saldo de cinco fallecidos en unos incidentes en cuyo origen está el creciente malestar social pero que están derivando en puro vandalismo

Diario de noticias de Gipuzkoa, 11-08-2011

LA muerte de Mark Duggan, un joven negro de 29 años abatido a tiros por la Policía en las calles de Tottenham, ha sido el detonante de los graves disturbios violentos que asuelan desde hace cuatro días algunos de los barrios más populosos de Londres, que se han extendido a otras ciudades como Birmingham, Leeds, Manchester, Liverpool o Bristol y que han causado ya cuatro muertos más. La crisis ha pillado al gobierno conservador de vacaciones y ha tardado tres días en reaccionar en un ejemplo de penosa gestión de una alarma social. Y cuando lo ha hecho, Cameron ha hablado de mafias de delincuentes, de “falta de educación adecuada” de los padres y del sistema escolar, y una “falta de ética y de moral”. Algo de eso hay pero lo que está ocurriendo en el Reino Unido tiene también otros matices. Es más que probable que haya un trasfondo de delincuencia juvenil, pero eso mismo no podría explicar un estallido social de semejante envergadura; las desigualdades sociales y la alta tasa de desempleo en importantes zonas de las grandes ciudades son factores que pueden estar avalando ese descontento entre los sectores más jóvenes y desatendidos en ciudades tan cosmopolitas, multiétnicas y multilingües. El gran antecedente del desmantelamiento de la protección social de aquel país se remonta a la época de Margaret Thatcher pero la reciente etapa de Tony Blair – con la tercera vía que enarboló – , se saldó con un sonoro fracaso en el ámbito de los derechos y de la protección pública. Ahora, con la llegada de los conservadores, se ha incidido en esa misma política de recortes que afecta directamente a las clases menos favorecidas y ensancha la brecha de las desigualdades sociales. Las protestas de estos días no son nuevas: hace meses miles de estudiantes y universitarios salieron a la calle para denunciar la reducción de las políticas que garantizaban la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación. También se produjeron graves disturbios sociales y raciales en estas mismas zonas de Inglaterra y en esos mismos barrios de Londres. El descontento social se está extendiendo por Europa, en especial entre las generaciones jóvenes y las amplias capas de excluidos, conforme los recortes sociales al amparo de la crisis desmantelan el sistema socioeconómico de derechos y de convivencia democrática que debía amparar el Estado de Bienestar.

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