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Italia exige que se investigue una posible omisión de ayuda de la OTAN a inmigrantes

El ministro de Exteriores pide a la Alianza que se encargue de tutelar las barcazas que huyen de Libia

Deia, EFE/DEIA, 06-08-2011

Carmen Romero Portavoz de la Alianza Atlántica Laura Boldrini Portavoz de la Acnur en Italia

Roma. La OTAN vuelve a estar en el punto de mira por una posible omisión de socorro a una barcaza a la deriva con 300 inmigrantes a bordo. El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, pidió ayer explicaciones formales a la Alianza Atlántica por su supuesta negativa a ayudar a la última embarcación rescatada el pasado jueves por las autoridades italianas. No solo eso, Frattini dio instrucciones a los representantes italianos ante la OTAN para que soliciten un debate sobre “una posible adecuación del mandato de la misión de salvaguarda a la población civil en Libia”. El objetivo de Italia, preocupada por la gran cantidad de embarcaciones que llegan a la pequeña isla de Lampedusa y las dramáticas historias que cuentan los que logran sobrevivir a la travesía, es que la misión pase a tutelar las decenas de barcazas que huyen del país. Según informó ayer el ministerio de Exteriores, Italia quiere que se revisen las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad sobre la intervención militar en Libia para que se incluya la obligación de ayudar a los inmigrantes que huyen de la guerra por mar tratando de alcanzar Italia.


Al respecto, la OTAN respondió únicamente a la primera cuestión, la posible omisión de socorro. “El mando marítimo de la OTAN fue informado el 4 de agosto por las autoridades marítimas italianas de una llamada de emergencia de una embarcación. La OTAN confirmó a continuación con las autoridades italianas que estas habían respondido al incidente con tres barcos y el apoyo de un helicóptero”, indicó a Efe Carmen Romero, portavoz de la Alianza, a modo de explicación. “Ya habían enviado medios”, agregó. Sin embargo, los supervivientes de la embarcación relataron a las autoridades italianas una historia diferente. La barcaza había partido de Libia el pasado viernes y, pocas horas después, quedó a la deriva al romperse el motor. Según los ocupantes, decenas de compañeros murieron de hambre y sed en los siete días de viaje, sobre todo mujeres, cuyos cadáveres fueron arrojados al mar.


El miércoles, la embarcación se cruzó con un remolcador chipriota que lanzó a los pasajeros víveres y balsas de salvamento, tras lo cual envió una señal de ayuda a todas las autoridades presentes en la zona y se alejó de ella. Fue entonces cuando, al parecer, un buque de la OTAN, que patrulla entre el norte de África e Italia y que estaba a 27 millas de la embarcación, respondió con un “no”, según Italia. La OTAN ya fue acusada el pasado mayo de la omisión de ayuda a otro barco, en el que murieron 61 inmigrantes.


La isla cementerio El comandante de la Capitanía del puerto de Lampedusa, Antonio Morana, aseguró que la embarcación fue socorrida inicialmente por un helicóptero italiano surtido de productos de primera necesidad, al que algunos inmigrantes trataron de subirse. Después, la ayuda fue gestionada directamente desde Roma y, para alcanzar la embarcación, que estaba a 90 millas de la isla, las patrulleras necesitaron cuatro horas. Lampedusa se ha convertido en un triste cementerio para cientos de inmigrantes y refugiados que huyen del norte de África. Al principio se trataba de tunecinos, pero la actual ola migratoria procede de Libia y lleva en su mayoría a inmigrantes subsaharianos residentes en el país del coronel Gadafi.


Desde que la violencia estalló a mediados de marzo en el país norteafricano, 1.500 inmigrantes han desaparecido en su travesía por el Mediterráneo, señaló ayer Laura Boldrini, portavoz de la Acnur en Italia. “No es posible conocer la cifra exacta de refugiados muertos, pero se ha constatado que, al menos, 1.500 desaparecieron en su intento de alcanzar las costas europeas”, explicó. Otra de las embarcaciones llegadas esta semana a Lampedusa llevaba consigo 25 cadáveres a bordo, un hecho que comenzaron a investigar las autoridades italianas el mismo día del arribo, el pasado miércoles. Ayer, los seis presuntos contrabandistas detenidos como posibles responsables de las muertes fueron puesto a disposición de la policía de Agrigento (Sicilia).


Los arrestados – de nacionalidad somalí y marroquí, y con edades comprendidas entre los 20 y 56 años – fueron acusados de favorecimiento de la inmigración clandestina y de la muerte de 25 personas, 23 por asfixia en las bodegas de la embarcación por inhalación de humos y otras dos, a golpes.

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