Corridos de golfos y calaveras

El Correo, ÓSCAR CUBILLO, 06-08-2011

El tex – mex es la música de puro machos que se toca en la frontera texano – mexicana: la que pasea por el orbe con sus corridos acordeonistas el borrachín Flaco Jiménez, la que influye a Los Lobos más folcloristas, la que empapa los narcocorridos de Los Tigres del Norte. El tex – mex saltó el charco y anidó en los corazones de gentes navarras de mal vivir, peor beber y pésimo festejar. Los primeros en practicarlo rebautizaron al noble género como napar – mex y atendían por Kojón Prieto y Los Huajolotes. El difunto Eskroto era su vocalista farras y en sus filas se camuflaban estrellas posteriores como el itálico Tonino Carotone.

Esos Huajolotes abandonaron el mundo de la farándula y pensábamos que la siempre serena comunidad navarra había recuperado el conservadurismo jotero, pero en la sombra operaba otra pandilla que se nominó Impekables. Su historieta terminó cuando desertaron dos de sus miembros: los tales Aspurtzeko y Luis, el primero habilidoso con el acordeón y poseedor de cierta facilidad juntaletras. El resto de sus compinches, movidos por el inextricable código de honor que rige el comportamiento de los pájaros de cuenta, pensó que ya no eran la misma banda y cambiaron de nombre.

Desde entonces operan bajo el apelativo de Los Zopilotes Txirriaos, título de un pasodoble que tocaba el ejército zapatista. El ‘zopilote’ conocen nuestros lectores que es un ave carroñera, un buitre negro, también llamado chulo, golero o gallinazo en Colombia y Perú. Con lo cual, subliminalmente se emparentan con los Kojón Prieto y sus secuaces, pues el ‘guajolote’ es el pavo del nuevo mundo. Ah, en Navarra por ‘chirriado’ se entiende mojado.

Se conocen los nombres de los ocho golfos y calaveras que integran Los Zopilotes Txirriaos: Konejo Eseberri (voces, txurrutas y txisguetes), ‘El Largo’ (bajo y bailables de ocasión), Kristobal ‘Baltxo’ Caballero (guitarra y coros), Montxo ‘El Emperador’ Iturbide (guitarra Telecaster, coros, bajo sexto y desbarajustes; este personaje fue guitarrista de los anarkopunkis Tijuana In Blue y luego de Kojón Prieto y Los Huajolotes), Eneko ‘El Rayo’ (trikitixa; este no es sino el giputxi Eneko Dorronsoro, o sea ‘Tximista’ o ‘El Rayo de Ataun’, como le motejan en su pueblo), Balda ‘El Tulipán’ (batería y txistes duros), Iñaki ‘El Boliviano’ (trompos y trompetas), más Ion ‘Expexo’ (trompetas, coros y manuelas). Tienen dos suplentes: Dr. Pellizer (percusiones) y Juxepo Razkin (trompetas y más manuelas).

Allá por 2009 debutaron con la maqueta titulada ‘Napar – Mex’, distribuida gratuitamente por Internet. En cuatro meses llegó a las 5.000 descargas. Giraron por Vascongadas y Navarra, y ahora, con su nueva rodaja, ‘Hijos de la txingada’, caliente de la fábrica y ya pululante en la web, están atracando en plazas regionales: el lunes participarán en las fiestas de Vitoria y el viernes 12 se les podrá ver en Artzentales. Ahí ejecutarán rancheras alborotadas (‘El cuerno del Diablo’, ‘Bandolera’), corridos excelentes (‘Besos traidores’) y retratos de sus vicios: dipsomanía (‘Borratxo’, puro Pogues beodos), promiscuidad (‘Las naranjas del Martxelo’) y anticlericalismo (‘Fuego de Dios’). Ellos lo llaman canción popular melodramática.

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