Grecia construye un foso para impedir la inmigración ilegal procedente de Turquía. No es como el agujero de ‘300’. Según el diario To Vilma, es una trinchera anticarros de 120 kilómetros de largo, 30 de ancho y 7 de hondo que tratará de frenar las hordas en la región de Evros (en 2010, el 90% de quienes entraron de extranjis en el Espacio Schengen lo hicieron por ahí). La obra cuasi medieval la lleva a cabo el Ejército. No consta que, además, vayan a poner cocodrilos. O a tirar aceite hirviendo a quien consiga superar el foso. Los defensores de los derechos de los inmigrantes (que todavía no lo son) han protestado. Pero bastante tienen los griegos con lo suyo como para dejar entrar a los otros. Eso sí, cómo estarán los otros para querer venir a la moribunda Europa. El problema de ser pobre, decía Willem de Kooning, es que te lleva todo el tiempo. Y ya te pueden poner fosos, que no tienes cosa mejor que hacer. Pero el foso es Europa.