Flujos migratorios hacia la Unión Europea

Grecia blinda su frontera con Turquía

Las autoridades griegas construyen un foso defensivo de 120 km. para controlar los flujos migratorios

Deia, DEIA/AGENCIAS, 05-08-2011

Bilbao. Grecia quiere blindar su frontera con Turquía, y desde comienzos de año ha anunciado ya una serie de medidas con ese propósito. La última, la construcción de un enorme foso defensivo con el que pretende contribuir a frenar el flujo de inmigrantes indocumentados que tratan de ingresar en la Unión Europea por esta frontera. El diario griego To Vima publicaba ayer un amplio reportaje sobre la construcción de una trinchera anti carros que medirá 120 kilómetros de largo, 30 metros de ancho y siete de profundidad, que pretende hacer de la región de Evros una zona esencial en la defensa del país.

Según la publicación To Vima, se trata de uno de los mayores proyectos de ingeniería realizados en el país e irá en paralelo al río Evros. El proceso ya está en marcha y ya está terminando el primer tramo de la obra, de 14,5 kilómetros de longitud, y se están preparando los trabajos para otros dos sectores, de 11 y 13,5 kilómetros, respectivamente. El Gobierno griego esgrime argumentos puramente militares, de defensa nacional frente a un eventual ataque de Turquía.

Y es que, desde el punto de vista militar, la obra aumenta la capacidad de defender la frontera ante un hipotético ataque de su histórico enemigo, además de que le permite disminuir las fuerzas militares en la zona y reducir así gastos. Sin embargo, este foso construido por las Fuerzas Armadas forma parte también del sistema de cierre de la frontera greco – turca que está elaborando Grecia frente a la inmigración indocumentada. Y este es el objetivo real por el que se comenzó a idear hace dos años.

El proyecto comenzó a elaborarse en 2009 y depende materialmente del ministerio de Defensa. Además de sus principales objetivos, las autoridades prevén que proporcione importantes beneficios económicos y ambientales en la región fronteriza, ya que constituirá un nuevo sistema de drenaje para proteger de inundaciones el área, propensa a los desastres por el desborde del río Evros. Sin embargo, y aunque no se ha dado a conocer el coste del proyecto, también va a suponer un importante desembolso para un país con una deuda de 350.000 millones de euros y pendiente de un segundo rescate.

Flujos migratorios La razón de la preocupación griega por la inmigración indocumentada se debe al gran peso que soporta el país europeo. En la UE hay dos puntos fronterizos que concentran la mayor parte de las entradas ilegales y ambos están en Grecia: sus límites fronterizos con Albania y Turquía suman el 90% de las llegadas de inmigrantes indocumentado al espacio Schengen.

En 2010, el 90% de los inmigrantes – unos 130.000 – que entraron ilegalmente en el Espacio Schengen lo hicieron a través de la frontera griega, especialmente desde Turquía. Como respuesta a esta problemática, en enero pasado, el Gobierno de Atenas amenazó con la construcción de un muro “antiinmigrantes”, una medida criticada por la Unión Europea a pesar de considerar “dramáticas” las cifras, por lo que a su vez desplegó una misión de equipos de intervención rápida para ayudar a las autoridades griegas a combatir la inmigración indocumentada. La agencia europea de control de fronteras (Frontex) puso punto y final a su operativo el pasado mayo después de ayudar a Grecia a detener a un total de 11.809 inmigrantes indocumentados, reduciendo en un 76% la cifra diaria de personas que intentaban cruzar a Grecia desde el país eurasiático.

Nuevas críticas Ahora, la construcción del foso ha sido también cuestionada por organizaciones en pro de los derechos de los inmigrantes y por expertos en la materia, que consideran que esta obra es solo una solución parcial a la cuestión migratoria y no prevén que pueda atajar el flujo migratorio, controlado por poderosos grupos criminales.

La frontera terrestre entre Turquía y Grecia abarca algo más de 200 kilómetros, limitados casi en su totalidad por la barrera natural del río Evros, patrullado por lanchas. Solo 12,5 kilómetros son de tierra, precisamente los que Grecia quiere bloquear con la valla. En su momento, Bruselas respondió a Atenas que los “muros o alambradas son medidas a corto plazo que no abordan de forma estructural la inmigración clandestina”. Sin embargo, las críticas a Grecia por esta medida han sido calificadas de hipócritas por el Gobierno de Atenas, que presiona a la Unión Europea para que doble los esfuerzos para alcanzar un acuerdo migratorio con Turquía.

El objetivo de Grecia es que El Gobierno de Ankara se comprometa a admitir a los inmigrantes clandestinos que ingresan en el Espacio Schengen por su territorio. El no hacerlo y el hecho de que ingresar por Grecia resulte todavía relativamente fácil hace que los inmigrantes escojan esta ruta para entrar en la UE, debido también al reforzamiento de las fronteras en Italia y España. Los Veintisiete aseguran que las negociaciones con Ankara siguen su curso, pero aún no hay fecha prevista para su conclusión.

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