Grecia se blinda a la inmigración ilegal

Las Provincias, VANESA PALOMO |, 05-08-2011

Las Fuerzas Armadas griegas están construyendo una barrera defensiva en la frontera con Turquía para detener el flujo de inmigrantes indocumentados que quieren entrar en la Unión Europea (UE). La obra, una trinchera antitanques de 120 kilómetros de largo, 30 metros de ancho y siete de profundidad, pretende convertir a la región de Evros en una zona esencial en la defensa del país.

El rotativo griego ‘To Vima’ publicó ayer un reportaje sobre la construcción del muro donde en el que asegura que ya se está terminando el primer tramo de la obra, de 14,5 kilómetros de longitud, mientras se preparan los trabajos para otros dos sectores de 11 y 13,5 kilómetros respectivamente. El foso, que forma parte del sistema de cierre de la frontera greco – turca contra la inmigración ilegal, serviría también para contener las frecuentes inundaciones en esta región.

Por el contrario, desde el punto de vista militar, su construcción aumenta la capacidad defensiva de la frontera ante un posible ataque turco, y permitirá, además, disminuir las fuerzas militares desplegadas en la zona así como la reducción de gastos. Pese a todo, la construcción del foso ha sido duramente criticada por organizaciones a favor de los derechos de los inmigrantes y por expertos en la materia, que consideran que la obra no es la solución definitiva, dado que el tráfico de inmigrantes podría seguir a través del río Evros.

Pero estas no son las únicas críticas. A principios de año, la UE arremetió abiertamente contra Grecia tras la amenaza de construir un muro «antiinmigrantes» como blindaje de su frontera con Turquía después que el 90% de los extranjeros que entraron ilegalmente en el espacio Schengen durante 2010 lo hicieron a través de este límite. La respuesta europea a las peticiones del Gobierno griego fue el despliegue de una misión de patrulla con 175 efectivos de la Agencia Europea de Control de Fronteras, Frontex, para controlar la zona en noviembre de 2010, ya que hasta entonces una media de 245 personas cruzaban ilegalmente cada día la frontera.

Ayudas europeas

Para Grecia estas medidas no eran suficientes, pese a la respuesta de Bruselas de que los muros o alambradas son medidas a corto plazo que «no abordan de forma estructural la inmigración clandestina». Un problema que afecta especialmente al país heleno, que el pasado año recibió cerca de 130.000 inmigrantes ilegales que entraron en la Unión Europea a través de sus fronteras terrestres y marítimas, de los cuales más de 40.000 lo hicieron por la zona de Evros, área que se ha convertido en la principal ruta de entrada de indocumentados africanos y asiáticos.

El Ejecutivo comunitario ha admitido en reiteradas ocasiones que la presión migratoria a la que se enfrenta Grecia es «extremadamente fuerte», pero ha subrayado que es uno de los Estados miembro que recibe más ayudas para combatir la inmigración irregular, concretamente para la frontera terrestre con Turquía, un tramo de más de 200 kilómetros donde se acumulan cientos de inmigrantes que intentan acceder al territorio comunitario.

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