La Ciudad Autónoma aprovechará la reunión de mañana miércoles con el delegado del Gobierno y con el director general de Tráfico para abordar los principales problemas que padece Melilla en la época de verano, problemas que pasan por la constante entrada de inmigrantes y por la retención de vehículos en los pasos fronterizos. Lo dijo ayer el vicepresidente primero del Ejecutivo local, Miguel Marín, quien entiende que la situación de este fin de semana, de largas colas de coches en torno a la frontera de Beni – Enzar, no debe volver a repetirse por cuanto «los únicos perjudicados son los melillenses» que desean viajar a Marruecos.

El popular, que entiende que estas cuestiones son competencias estatales, comentó que desde la Ciudad Autónoma se ofrecerá toda la colaboración posible para intentar frenar tanto la llega de ilegales como evitar también las caravanas de coches que se generan en los distintos pasos fronterizos.

Pese al posible y futuro apoyo de la Administración local, Marín insistió en que debe ser la Delegación del Gobierno el organismo que responda ante los melillenses por no disponer de un tráfico fluido en los pasos fronterizos. No obstante, «espera y desea» que la situación se resuelva «lo antes posible» para que el caos de vehículos no vuelva a imperar entre los viajeros que quieren pasar al país vecino.

Explicando que la reunión del miércoles es un encuentro meramente institucional, el popular también pretende abordar también el fenómeno de la inmigración ilegal. Al igual que han venido defendiendo otros representantes de la Ciudad, Marín lo tiene bien claro y entiende que la llegada de indocumentados acabará cuando Marruecos quiera.

En este contexto, el vicepresidente primero del Ejecutivo volvió a pedir flexibilidad y responsabilidad al Gobierno de Marruecos con miras a que refuerce aún más su sistema de seguridad y evite así la llegada de ilegales.