Los 25 inmigrantes fallecidos encontrados ayer por la Guardia costera italiana en una barcaza procedente de Libia murieron asfixiados. Las primeras investigaciones indican que estas 25 personas fueron las primeras en subir a la embarcación y se encontraban en la sala de máquinas, a la que tan solo se podía acceder a través de una escotilla de apenas 50 centímetros de ancho.

Según las declaraciones de algunos supervivientes, los indocumentados que se encontraban dentro de la sala de máquinas habían intentado abandonarla porque se estaban asfixiando por el gas que salía de las máquinas. Sin embargo, los otros 271 inmigrantes de la parte superior de la barcaza no permitieron que subieran porque no había suficiente espacio en el puente. La embarcación ha sido avistada por la Guardia de Finanzas al sur de la isla de Lampedusa tras recibir una llamada de socorro realizada a través de un móvil por uno de los pasajeros.