PAOLO VALENTINO / Oslo Corriere della Sera /El Mundo

«Breivik muestra un lado oscuro de nuestra sociedad»

El Mundo, , 28-07-2011

«Lo que ha ocurrido es tan cruel e impensable que sólo puede llevar a un refuerzo de nuestro modo de vida. La gente está asustada, dolorida, pero necesita seguir hacia delante como antes. El domingo, en Oslo, cerca de 200.000 personas se concentraron con flores en las manos para recordar a las víctimas. Están atemorizados y dolientes, pero salen, van a las vigilias, incluso se sientan en los cafés para discutir. Este país no quiere tener miedo».

Periodista y escritora, Asne Seierstad es una reconocida intelectual noruega cuya fama traspasa las fronteras. De 41 años, licenciada en filosofía, corresponsal de guerra en Chechenia, Kosovo, Afganistán e Irak, ha escrito muchos libros. Su obra más conocida es El librero de Kabul, en el que cuenta su experiencia en el seno de una familia afgana. Quedamos en el Gran Café, el mismo donde Henrik Ibsen tomaba su almuerzo.

«Anders Behring Breivik explica Seierstad es representativo de un lado oscuro de la sociedad noruega. Lo demuestra el hecho de que fuera asiduo a Document, un sitio web de extrema derecha muy citado en la prensa local»

Pregunta.- ¿Quién frecuenta foros como Document?

Respuesta.- Es un círculo cerrado, donde aquellos que escriben no hacen más que reafirmarse, los unos a los otros, sus propias ideas radicales. Pero es significativo que también nosotros también tengamos sentimientos contrarios a la inmigración, al islam y xenófobos del tipo que hemos visto en otros países europeos.

P.- Eso sin tener en cuenta que Breivik estuvo afiliado al Partido del Progreso.

R.- Sí, hasta el año 2006. El Partido del Progreso ha crecido mucho desde los años 80, cuando se apoyaba en una plataforma enemiga de los impuestos, hasta convertirse en la segunda fuerza política, mutando hacia posiciones anti inmigración. Sin embargo, a Breivik le resultaba demasiado moderado.

P.- ¿Pero en qué medida se ha extendido el sentimiento contrario a los extranjeros?

R.- Muchos noruegos, tal vez la mitad, están convencidos de que los inmigrantes musulmanes se aprovechan del sistema social, el bienestar que hemos construido pagando tantos impuestos y del que estamos orgullosos. Y es cierto que hay abusos. Por ejemplo, muchas parejas musulmanas se divorcian, pero sólo formalmente, porque una madre divorciada recibe una asignación económica mensual equiparable al sueldo de un abogado.

P.- Este partido ha planteado estos temas en la agenda política.

R.- Y los laboristas le han dado coba. No en la retórica, pero sí en lo sustancial. La ley de inmigración es ya más severa que en el pasado. Por eso los jóvenes laboristas son tan críticos con su propio partido y piden una mayor apertura hacia los extranjeros, más multiculturalismo e integración. Ésa es la razón por la que Breivik la tenía tomada con ellos. Los consideraba agentes del enemigo islámico.

P.- ¿Qué consecuencias tendrá la matanza de Utoya en el debate sobre la inmigración y sobre el movimiento ultraderechista?

R.- Por lo que he oído y leído, a partir de hoy será más difícil, en mi opinión, expresar posiciones violentas, xenófobas y cargadas de odio. Quienes están en esa zona gris entre la derecha y la extrema derecha evitarán, avergonzados, estos foros racistas, tal vez comprendiendo a dónde conducen. La líder del Partido del Progreso, Siv Jensen, ha dicho que en estos momentos somos todos jóvenes laboristas. Es un bonito ejemplo.

P.- ¿Qué significa, exactamente, la frase del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, de que la respuesta será «más apertura y más humanidad»?

R.- Creo que el primer ministro se refiere al ambiente general. Quería decir que continuaremos con pocas barreras, pocos controles, mucha transparencia. Es necesario tener presente que hemos crecido en una sociedad en la que la seguridad y la protección se daban por descontado. Aquí la policía nunca ha ido armada, se puede pasear a cualquier hora en los jardines del Palacio Real, acceder a los políticos o al Parlamento siempre ha sido algo sencillo, la gente percibe que no hay obstáculos. Stoltenberg hablaba de la salvaguarda de este patrimonio colectivo.

P.- Entonces, ¿no hablaba de las fronteras?

R.- No, no se refería a eso. El debate sobre las fronteras exteriores ya pasó. Se refería a la apertura de nuestra sociedad. Y puede hacerlo porque el atentado no tiene un origen islámico. Si hubiese sido obra de extremistas musulmanes, la reclamación de mayor seguridad, más policía y de aumentar los recintos de exclusión habría puesto al Gobierno contra las cuerdas. Pero nadie ha pedido nada de esto, ni siquiera la oposición populista. Al menos por ahora.

P.- ¿Qué quiere la opinión pública que se haga con el hombre que perpetró la masacre, Anders Behring Breivik?

R.- Un proceso justo, con todas las garantías y un castigo humano por todo lo que ha hecho. No he oído ni una sola manifestación de odio, aunque ahora la nación esté digiriendo los hechos. Es cierto que nadie quiere verlo fuera de la cárcel, pero tampoco se están reclamando leyes más duras.

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