El delegado del Gobierno confirmó ayer, que a fecha del lunes, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes acogía a 680 personas, una cifra que, pese a estar por encima de la normal, no deteriora los servicios que actualmente se prestan y hace que la situación «todavía pueda ser manejable».

Antonio María Claret, que entiende que la presión migratoria que sufre Melilla va a permanecer durante toda la época de verano, recordó que el objetivo de quienes trabajan en Inmigración es arreglar cuanto antes todos los documentos y trámites de estos ilegales para devolverlos a sus países de origen.

El delegado del Gobierno insistió en que pese a que el CETI está sobreocupado, la dotación del personal es suficiente para garantizar a estos ilegales todos los servicios que se suelen prestar. Preguntado por la colaboración de Rabat para impedir la llegada de ilegales a España, Claret aseguró que los policías marroquíes «hacen todo lo que pueden para evitar la entrada de pateras y lanchas a motor, a pesar de que al Gobierno le gustaría que sus esfuerzos fueran mayores y mejores».