La camarera que acusó a DSK de agresión sexual rompe su silencio
Nissatou Diallo lamenta en 'Newsweek' que crean que es una "prostituta"
Deia, , 26-07-2011Nueva York. La mujer que acusó de abuso sexual al político francés y exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Kahn, confesó ayer sentirse dolida por aquellos que dijeron que era una “prostituta” y lamentó haber pasado, en pocas horas, de víctima a acusada. Nissatou Diallo, de 32 años, rompió su silencio en una extensa entrevista con la revista Newsweek porque, según dijo, quería corregir el retrato equivocado que habían hecho de ella los medios de comunicación.
“Por su culpa me llaman prostituta”, se queja en la entrevista. “Quiero que vaya a la cárcel. Quiero que sepa que hay algunos sitios en los que uno no puede usar su poder, no puede usar su dinero”, manifiesta. La inmigrante guineana cuenta en la revista que fue agredida cuando trabajaba como empleada de limpieza en el hotel Sofitel de Nueva York. Según su relato, después de preguntar si había alguien y no obtener respuesta, entró a limpiar una habitación que creía que estaba vacía. Pero, de pronto, apareció Strauss Kahn desnudo y se dirigió hacia ella. Diallo pidió disculpas y se apresuró a marcharse, pero Strauss Kahn, según su versión de los hechos, le bloqueó el paso y la empujó hacia la cama.
La mujer trató de disuadir a su agresor diciendo que estaba su supervisor en la puerta, pero “el hombre me dijo que no había nadie fuera y nadie iba a escuchar”. La joven detalla cómo le obligó a mantener sexo oral mientras la agarraba tan fuerte que le dejó marcas en el cuerpo y le causó un desgarro parcial de un ligamento en el hombro izquierdo, según el informe médico. En repetidas ocasiones dice que temía perder su trabajo y no sabía qué hacer. Finalmente se lo contó a su supervisor y fue entonces cuando se llamó desde el hotel a la policía.
El pasado de la mujer Diallo asegura que no sabía quién era aquel hombre y, cuando al día siguiente vio en las noticias que se trataba del futuro candidato a la presidencia de Francia, pensó que “ahora todo el mundo va a decir de todo sobre mí, todo malo”. Strauss – Kahn no ha contado su versión de los hechos pero, según apuntó a la misma revista uno de sus abogados, William Taylor, este considera la entrevista un “teatro” y cree que con ella se está tratando de presionar a los fiscales. Mientras tanto, han salido a la luz más detalles sobre la supuesta víctima.
Viuda, madre de una niña adolescente y analfabeta, cuenta que fue violada por dos militares en su país y que solicitó el asilo político en Estados Unidos porque cuando era niña sufrió en su país la ablación – la mutilación parcial de sus genitales – . Las condiciones en las que llegó al país como inmigrante, un posible pasado como prostituta y su relación con un hombre de Sierra Leona “al que consideraba amigo”, encerrado en la cárcel por drogas, han levantado todo tipo de comentarios y sospechas sobre ella.
La Fiscalía señaló, además, que la mujer mintió durante la investigación sobre lo ocurrido inmediatamente después del incidente en el hotel Sofitel, ya que según un escrito judicial reconoció que había añadido algunas cosas a su testimonio. Pero ella defiende que ha mantenido su relato todo el tiempo: “Les conté lo que este hombre me hizo. Nunca he cambiado. Sé lo que este hombre me hizo”. Strauss – Kahn, conocido también como DSK, de 62 años, fue detenido el pasado 14 de mayo cuando se disponía a tomar un avión hacia Francia y, tras ser acusado de siete delitos relacionados con esos cargos, se le impuso una multa y el arresto domiciliario en condiciones restrictivas.
No obstante, se encuentra desde el pasado 1 de julio en libertad condicional sin fianza después de que la Fiscalía de Manhattan diera a conocer que en su investigación había encontrado elementos que debilitaban lo dicho por la demandante. Ese día, el juez encargado del caso determinó que se le levantara el arresto domiciliario y se le devolviera la fianza de un millón de dólares y el aval bancario por otros cinco que depositó semanas antes para salir de la cárcel neoyorquina de Rikers Island.
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