Dinamarca mantiene el pulso con Europa por los controles fronterizos

La Vanguardia, GLORIA MORENO - Copenhague. Servicio especial , 22-07-2011

La decisión de reforzar unilateralmente los controles en las fronteras sigue generando roces entre Dinamarca y la Unión Europea. El último ejemplo fueron las declaraciones del ministro de Impuestos danés, Peter Christensen, que este miércoles desafió a la Comisión Europea invitándola a llevar a Dinamarca a juicio si así lo desea. “Llevadnos a juicio”, declaró en una entrevista concedida a la televisión danesa TV2, en la que recordó que “en un juicio hay que ser muy concreto y preciso”, insinuando, por lo tanto, que Bruselas no tendría pruebas suficientes para demostrar que Dinamarca está violando la normativa europea.

La respuesta danesa llega pocos días después de que la comisaria europea de Interior, Cecilia Malström, acusara al país escandinavo de no haber sabido justificar con argumentos convincentes su decisión de reforzar los controles fronterizos con Suecia y Alemania. Según Malström, controles como estos pueden acabar afectando al “libre movimiento de bienes, servicios y personas”, que es uno de los principales fundamentos de la Unión Europea. Por este motivo, los países que los adopten deben ser capaces de “demostrar con hechos que la gravedad de la situación” justifica su puesta en funcionamiento, condición que, según la comisaria, no se cumple en el caso de Dinamarca.

Tras meses de intenso debate, el país escandinavo empezó a implementar su polémico plan el pasado 5 de julio con el objetivo de frenar el aumento de la criminalidad transfronteriza. Su aprobación fue una exigencia expresa del Partido Popular Danés, la formación euroescéptica y contraria a la inmigración que suele brindar su apoyo externo a la coalición liberal-conservadora que gobierna el país en minoría.

A pesar de no formar parte del Ejecutivo, este pequeño partido ha aprovechado su posición de fuerza para conseguir que Dinamarca fuera endureciendo poco a poco su política de inmigración, hasta el punto de convertirse en el país de Europa con la ley de extranjería más dura. En este contexto, y teniendo en cuenta que Dinamarca tiene previsto celebrar elecciones generales el próximo otoño, parece evidente el claro mensaje electoralista que se oculta tras el refuerzo de los controles fronterizos.

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