La crisis reaviva el sentimiento racista, según el presidente de la Unión Romaní
criticó
el plan del gobierno para exigir visado a los rumanos
Advirtió de que si la medida del Estado español se asemeja a la que adoptó Francia el año pasado, "nos va a encontrar"
Diario de Noticias, , 21-07-2011pamplona. El presidente de la Unión Romaní, Juan José Ramírez Heredia, estuvo ayer en Pamplona con motivo de un curso organizado por la UPNA y la cátedra Jean Monnet, y criticó la medida que anunció el martes el Gobierno Central por la que exigirá a los inmigrantes rumanos el permiso de trabajo para establecerse en el país. “Me ha recordado a la decisión que tomó Sarkozy el verano pasado y, si es algo parecido, que el Gobierno tenga por seguro que nos va a encontrar de frente”, apuntó el exeurodiputado. Tras atender a los medios y en la ponencia posterior que dio con motivo del curso, Ramírez Heredia señaló que “en momentos de crisis se reaviva el sentimiento racista y algunos gobernantes, como hizo Sarkozy y parece que ahora aquí, lo utilizan como medida populista”.
En su intervención en el Palacio del Condestable de Pamplona, que llevó por título El pueblo gitano, un ejemplo de supervivencia en la inmigración, trató el problema del racismo en general y las trabas que el pueblo gitano ha tenido que superar para seguir existiendo. “Somos un pueblo pequeño y ágrafo del que no hay constancia escrita hasta 1302, sin embargo nos hemos mantenido cuando otros más poderosos como griegos o romanos no lo han hecho”, explicó Ramírez Heredia.
Sobre el candente asunto de la reforma del tratado de Schengen, del que Ramírez Heredia fue precursor y firmante, comentó que en aquel momento “supuso el paso definitivo para eliminar las fronteras y crear una verdadera Unión Europea”. Asimismo, valoró su importancia política porque dio a entender “que Europa no es solo la de las libres mercancías sino la de la libertad de personas y de los derechos humanos”. Sin embargo, recordó que ese paso que la Unión Europea dio en 1985 “los gitanos ya lo habíamos hecho siglos antes ya que no tenemos más fronteras que la altitud de las cordilleras y la profundidad de los ríos”, frase que ya expresó en su momento en el Tribunal de Estrasburgo poco después de la firma del acuerdo.
optimismo con schengen Otro de los ponentes fue el profesor Ramón Viñas y Farré, catedrático de Derecho Internacional Privado por la Universidad de Barcelona, que analizó los problemas actuales del acuerdo de Schengen, por el que se permite la libre circulación de personas entre 25 países europeos. En su opinión, “Schengen es un enfermo que se va a curar pero necesita medicinas. Tenemos un buen instrumento para garantizar la libre circulación de personas, pero hay cláusulas que, malentendidas, han generado entradas masivas desde Estados como Rumanía o Bulgaria”.
Viñas y Farré apuntó que las mejoras a esta ley sobre libre circulación entre países empezarán a llegar en septiembre, cuando el Consejo de la Comisión Europea ha pedido a las instituciones que le aporte las sugerencias y observaciones que puedan establecer las bases para alcanzar un remedio a los problemas existentes.
A pesar de sus dudas actuales, el catedrático se mostró “optimista de cara del futuro” siempre y cuando se adopten “unas normas y unos objetivos mucho más concretos y se establezca una cláusula de salvaguarda bien definida”, puntualizó Viñas y Farré.
Hoy se cierra el curso titulado Europa tierra de acogida: una política de inmigración para Europa, con las intervenciones del profesor Francisco Zamora Cabot, catedrático de Derecho Internacional Privado por la Universidad Jaume I de Castellón, y de Francisco Fonseca Morillo, representante de la Comisión Europea en Madrid.
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