El presidente del Ejecutivo entiende que la presión migratoria que padecen Ceuta y Melilla acabará cuando Marruecos adopte las medidas oportunas que permitan frenar la llegada de ilegales a ambas ciudades autónomas. Así de contundente se mostró ayer Juan José Imbroda, para quien el Gobierno de España debe mediar con Rabat para normalizar la situación en estos territorios. Asegurando que este hecho «no es nada nuevo», el popular sostiene que el país vecino «no está haciendo la tarea» que como «buen aliado y amigo» debería llevar a cabo.

Tras recordar que la continua llegada de inmigrantes ha propiciado una sobreocupación en el CETI, Imbroda señaló que la inmigración ilegal «es carne de cañón», por cuanto estas personas van a ser explotadas y no van a poder disfrutar de las prestaciones locales por no disponer de la documentación de residencia. Entendiendo que «es humano y normal» que estas personas busquen una vida mejor, asegura que, en ocasiones, la realidad que se encuentran dista mucho de sus pretensiones y deseos de labrarse un futuro en la ciudad.

Nueva entrada de ilegales

Al hilo de lo expuesto, cabe añadir que una docena de inmigrantes consiguieron entrar en Melilla en la madrugada de este miércoles en dos intervenciones realizadas por la Guardia Civil en torno a las 04.40 horas, en concreto cuatro argelinos que accedieron a nado y otros ocho de origen subsahariano a bordo de una barca a remo de juguete, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad a Europa Press.

En el primer caso, los cuatro inmigrantes realizaron el trayecto desde el puerto marroquí de Beni Enzar hasta el puerto melillense y los efectivos del Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas (GEAS) les rescataron en el agua trasladándoles posteriormente a las dependencias policiales.

La segunda intervención de los GEAS se produjo minutos después en la zona norte de la ciudad, en las inmediaciones de los acantilados de Aguadú, donde rescataron a ocho inmigrantes de origen subsahariano ante el peligro evidente de hundimiento de la barca. Todos ellos, varones y adultos, se encuentran en buen estado de salud por lo que no necesitaron atención sanitaria. Se trata de la segunda entrada de inmigrantes a Melilla en esta semana que se suman a los cinco que el pasado martes consiguieron entrar en la ciudad. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ha duplicado el límite de su capacidad y a día de hoy tiene acogidos a más de 730 inmigrantes.

En otro orden de cosas, Imbroda desmintió la publicación aparecida en algunos medios de comunicación, que le criticaban por haberse reunido con el presidente de un partido liberal marroquí. El popular aclaró que se encontró con esta persona en un restaurante de la ciudad y que le fue presentado por ser compañero de profesión de su hermano Blas Jesús Imbroda. El presidente de la Ciudad aseguró que entabló conversación con él como con cualquier otra persona, dándole un trato cordial y de respeto y hablando de cosas banales. Asimismo, Imbroda le hizo llegar su deseo para que Marruecos pueda disfrutar de una democracia «sin retorno» con el objetivo de que sus ciudadanos vivan «lo mejor posible».