Hallan muerto a un cubano en el tren de aterrizaje de un avión

La aeronave procedía de La Habana y aterrizó en Madrid

El País, , 14-07-2011

A las 13.50 horas de ayer, el vuelo de Iberia 6620 procedente de La Habana tomaba tierra sin contratiempos en el aeropuerto madrileño de Barajas. Pero uno de sus pasajeros, Adonis G.B., estaba muerto. No era un viajero normal. No tenía asignado un asiento. No llevaba billete. Según informaron fuentes aeroportuarias a la agencia Efe, el fallecido era un joven polizón cubano de 23 años que, seguramente, pereció a causa de un aplastamiento ya que viajaba en uno de los trenes de aterrizaje del avión.

«Probablemente murió aplastado», declaró tras el hallazgo a France Presse un responsable de la Guardia Civil, que se hizo cargo de las investigaciones.

El diagnóstico se basó en las heridas que presentaba en el tórax y en la cabeza y en el lugar donde se encontró el cuerpo, el tren de aterrizaje trasero de la aeronave.

En cuanto los trabajadores del aeropuerto dieron el aviso, el juez de guardia se desplazó hasta Barajas para ordenar el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Madrid para practicarle la autopsia que determine, de forma definitiva, las causas de la muerte de este joven cubano.

A pesar de la sorpresa que causó el suceso, no es la primera vez que se encuentran polizones fallecidos entre las ruedas de un avión. En el año 2000, en Estocolmo descubrieron los cadáveres de dos dominicanos. Y hace menos tiempo, en 2002, los operarios de Heathrow encontraron a dos niños africanos congelados en un avión de Ghana Airways.

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