Más de un centenar de manifestantes increpó ayer a miembros de la Policía Nacional en el barrio de Lavapiés cuando los agentes trataban de realizar la identificación de un inmigrante en el Metro, según informaron fuentes policiales.

En concreto, dos miembros de la Policía Nacional habían pedido a una persona su documentación y comenzaron a ser increpados por un grupo de indignados que se encontraba en la zona al grito de «Policía, fuera del barrio», informa Europa Press.

El número de manifestantes fue creciendo hasta superar el centenar, por lo que los efectivos policiales se vieron obligados a pedir refuerzos.

Los congregados en Lavapiés continuaron frente a la Policía con gritos de «fuera, fuera» y «no son ilegales, son personas», lo que provocó momentos de tensión en los cuales los agentes llegaron a ponerse el equipo antidisturbios.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía indicaron que no se registraron detenciones a raíz de este incidente y nadie resultó herido, informa Efe.

A medida que transcurrieron los minutos fue aumentando el número de manifestantes, hasta superar los 200 en la plaza y las calles aledañas del céntrico barrio madrileño.

La protesta, espontánea y protagonizada por simpatizantes del Movimiento 15-M, se concentró bajo el lema: «Todos somos hermanos, nadie es ilegal» y con el objetivo de «echar a la Policía del barrio».

Algo que consiguieron, ya que tanto los efectivos de la Policía Municipal como la propia Policía Nacional presentes en la plaza tuvieron que replegarse al verse incapaces de controlar la situación. Algunos de los indignados, que habían sido advertidos de la convocatoria por el «boca a boca», explicaron a Servimedia que el objeto de su protesta no autorizada «es lograr que haya menos presión policial» en la zona y que «dejen de acosar» a los miles de inmigrantes que viven en este barrio del centro de Madrid.

Tras la marcha de las Fuerzas de Seguridad, los manifestantes festejaron su «victoria» y, poco a poco, fueron abandonando el escenario de los incidentes. Pero el encontronazo corrió como la pólvora en Twitter y Youtube.

«[Los agentes] han pillado a un senegalés en el Metro y lo estaban maltratando… Sólo por un control rutinario de papeles. Por eso ha protestado la gente. Por eso ha gritado que ningún ser humano es ilegal», según las declaraciones de otro inmigrante, testigo del inicio de las protestas. Varios indignados insistieron ayer en el caracter «racista» de las redadas policiales, ya que se dirigen, mayoritariamente, a personas de otras razas.