«Un país no puede vivir con la sensación de que no controla sus fronteras»

La Verdad, A. NEGRE, 24-06-2011

Mauricio Rojas, ayer, en el hotel Arco de San Juan. :: ISRAEL SÁNCHEZ/AGM

El político, historiador y escritor Mauricio Rojas dirige hoy en Murcia el Encuentro Internacional de Inmigración e Integración. A las 12.30 horas trazará un perfil de la inmigración que España ha recibido en los últimos 15 años. La cita es en la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia.

- ¿Cuál es el objetivo de este encuentro? ¿Qué van a tratar?

- La idea es hacer un balance de lo que ha ocurrido en España en los últimos 15 años, la gran inmigración, y después estudiar qué viene ahora, cuando tanto ha cambiado. Todo esto persigue hablar un poco de este tema porque en verano tenemos un encuentro en Santander que organizaciones de Murcia están apoyando.

- ¿Cómo definiría la inmigración que hay ahora mismo en España?

- La inmigración a día de hoy es mucho más pequeña de lo que fue hasta el año 2008. La inmigración, en realidad, sigue bastante de cerca el desarrollo económico de España. Culmina en 2007 y después entra en una fase mucho menos activa. En 2010 y 2009 el crecimiento neto de inmigrantes fue de unas 100.000 personas, lo cual por supuesto es mucho menos de los 700.000 u 800.000 a los que se llegó en años anteriores. En todo este periodo se ha acumulado y ahora mismo residen en España unos seis millones y medio de inmigrantes . Es una gran cantidad en tan poco tiempo. La sociedad española ha cambiado profundamente y tenemos ahora que enfrentar juntos una situación de crisis. Una crisis que no a ser fácil de arreglar y que está afectando duramente a algunos sectores de inmigrante. La última cifra fue de un 32% de paro entre los extranjeros. Es extraordinariamente alta. Uno de cada tres inmigrantes está en paro.

- Durante las elecciones autonómicas, algunos partidos con un discurso xenófobo han ganado cuota electoral. ¿Cómo cree que andamos los españoles en materia de integración?

- Yo creo que España anda muy bien, pero hay notas discordantes. Hay notas discordantes en algunos políticos locales que tratan de ganar votos de una manera que puede ser fácil, pero que a largo plazo es muy dañina para todos. Ahora es un tema que tiene una especial presencia en Cataluña, también un poco por sus condiciones. Sin embargo, si uno piensa en que ha llegado tanta gente en tan poco tiempo, a un país que no tenía tradición de inmigración, la verdad es que la cosa ha ido sorprendentemente bien. Ahora hay que cuidar esto, porque tenemos una circunstancia difícil, un paro muy alto, y podemos temer que haya un deterioro de la situación. Por eso ahora las políticas de integración son más importantes que nunca.

- ¿Cómo considera que es la integración activa de los inmigrantes ? En algunos países han vivido un conflicto con el velo, ¿cree que esos espacios de su cultura pueden llegar a ser un problema?

- Lógicamente puede ser así, pero la inmigración es tan diversa que es difícil generalizar. Yo pienso en los grupos mayoritarios, por ejemplo de América del sur, y su integración tiene sus problemas, pero es en general bastante fácil. Se comparte mucho con España. Sin embargo, hay que reconocer que hay pequeños grupos donde se está desarrollando una actitud de autosegregación e incluso de reproducción de conductas que son muy difíciles de congeniar con una sociedad abierta y democrática. Esto lo vemos en Cataluña muy claramente, donde algunas variantes muy retrógradas del Islam han logrado una implantación. Eso genera una tensión. Por ejemplo, también las mafias son muy dañinas. Aunque no tienen nada que ver con los inmigrantes , como provienen de los mismos países, dañan a ese grupo de gente que trabaja, se integra… Y con el que no hay ningún problema. Hay pequeños grupos que sí pueden ser usados por grupos políticos como un argumento que la ciudadanía reconoce. El interés común es combatir la delincuencia y el fundamentalismo, sea de quien sea. Dividir entre inmigrantes y españoles es absurdo. Estamos juntos en esto. Ese es un planteamiento mucho más positivo que el de que muchos carguen con las faltas de algunos, como se ha tendido a hacer. No es justo.

- ¿Cómo cree que será la inmigración de los próximos 5 años?

- La inmigración que vamos a tener es difícil de determinar, pero sí podemos hablar de cuáles van a ser los retos. Uno importante es el de la legalidad. Un país puede permitirse durante un tiempo que la ilegalidad sea la forma normal de inmigrar, pero es una situación compleja y potencialmente peligrosa, porque un país no puede vivir con la sensación constante de que no controla sus fronteras. Creo que la ilegalidad es un problema que hay que enfrentar. Otro gran reto que tenemos es la creación de empleo, el tipo de empleo que va a crecer en España. El crecimiento que hubo en España fue con mucho empleo, pero con poquísima productividad. Esa forma es la que estamos pagando ahora. Creamos un empleo muy vulnerable y eso tiene que cambiar. Necesitamos un empleo más productivo y con más calificación. Eso es importante para los españoles, pero fundamental para los españolas. Otro gran reto es la segunda generación de inmigrantes . Hay indicadores preocupantes.

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