Las declaraciones del excandidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, en las que ha acusado sin pruebas a inmigrantes indocumentados hispanos de estar detrás de algunos de los devastadores incendios que asolan Arizona desde hace tres semanas, desataron ayer la queja de varias organizaciones latinas que temen un empeoramiento en el trato que reciben los ‘sin papeles’ en el sudoeste de EE UU. «En Arizona la excusa para la mayoría de las cosas es culpar a los mexicanos», lamentaba el periódico digital Tucson Citizen.
Las palabras del senador son especialmente graves porque no se basan en ningún informe policial y tampoco hay detenidos supuestamente implicados en provocar los incendios. Solo se remitió a decir que había «evidencias», puntualizando que los inmigrantes prenden fuego para desviar la atención de los efectivos y las agencias de seguridad y así poder atravesar la frontera.
Sus declaraciones se producen en un momento de endurecimiento del discurso antiinmigratorio en todo el país y con algunos Estados cercanos a la frontera con México promoviendo legislaciones muy punitivas contra los ‘sin papeles’. A tono con el sentir de un sector de la clase política, McCain insistió en que «la respuesta a esa parte del problema es tener una frontera más segura».
Las críticas de la comunidad hispana, cada vez más acostumbrada a los ataques infundados, no se hicieron esperar. El Tucson Citizen destacaba que «cómo un enorme incendio forestal podría ayudar al contrabando de drogas y seres humanos» a través de la frontera e, ironizaba, «ahora hace mucho, demasiado calor».
Sin sentido
Al contrario de lo que indica el político conservador, los incendios «tienden a incrementar la atención de más número de policías, bomberos e investigadores». En un reportaje de la cadena ABC, un portavoz del servicio forestal, Tom Berglund, señaló que no hay evidencias de que fueran inmigrantes quienes provocaron el fuego, ni siquiera de que fuera intencionado. El activista de derechos humanos Randy Parraz consideró que las declaraciones de McCain son «imprudentes y sin sentido» y que para hacer tales acusaciones debería presentar pruebas.