La cuarta convocatoria de ‘País Vasco, un alma solidaria’ ha concitado un número récord de propuestas de financiación. La edición en curso ha reunido 94 proyectos de 86 entidades vascas, lo que implica una amplia representación de los intereses asumidos por los colectivos del Tercer Sector en Euskadi y la proyección alcanzada por esta iniciativa de EL CORREO. Una tercera parte de los proyectos recibidos corresponde al ámbito de la lucha contra la exclusión social. La asistencia a personas discapacitadas representa el 15% de las iniciativas a concurso y las dirigidas a extranjeros sin recursos, un 14%. El voluntariado, la atención a personas mayores y los programas para la superación de toxicomanías completan el abanico de objetivos sobre los que giran las candidaturas.
El certamen, patrocinado por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco y apoyado por la BBK, repartirá 100.000 euros entre las cinco iniciativas seleccionadas por un jurado de expertos, además de divulgarse en el diario la labor de los premiados. Como novedad, en esta edición también se dará cobertura informativa a otras tanta entidades, en un esfuerzo por apoyar aún más la tarea que llevan a cabo las organizaciones sin ánimo de lucro.
Inmigración y vivienda
El predominio de las actividades que combaten la marginación no implica una única tendencia de trabajo. Las treinta y tres propuestas recibidas abordan una gran variedad de fines y actuaciones. La formación, mediante talleres y otros recursos educativos, se complementa con proposiciones en el campo de la vivienda y relacionadas con el servicio de guardería, muy importante en el caso de las familias monoparentales. También han llegado propuestas de colectivos que atienden a grupos concretos, como los presos, del ámbito de la alimentación, que es otro de los requerimientos más usuales, y para el sostenimiento de centros de día.
Los grupos que apoyan la inserción social de personas discapacitadas han contado con la respuesta positiva de ‘País Vasco, un alma solidaria’ desde la primera convocatoria. En esta ocasión, también ha quedado constatada la gran diversidad de sus líneas de acción. Aunque las terapias especializadas ocupan el mayor número de requerimientos, las propuestas apuntan asimismo a los servicios de ocio y deporte, el apoyo a familias y campañas de sensibilización y aspectos más nuevos, como los pisos adaptados y las fórmulas de tutela.
El fenómeno de la inmigración ha centrado buena parte de la atención de las ONG en los últimos años. La falta de formación y recursos económicos de muchos de los recién llegados ha propiciado la puesta en marcha de prestaciones a menudo articuladas en red. La cuarta edición abarca, por ello, desde las habituales perspectivas, como el fomento de las actividades que contribuyan a difundir la situación del colectivo, al apoyo de líneas de trabajo más nuevas, como las dirigidos a menores no acompañados.
Dos terceras partes de las solicitudes proceden de Vizcaya, principalmente de Bilbao, un 22% de Álava y el 8% de Guipúzcoa. La mayoría de las propuestas proviene de entidades laicas y profesionales, aunque también ha habido agrupaciones de familiares de afectados.