Las jornadas de la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea (FRONTEX) se han desarrollado desde el pasado lunes y, ayer, fueron clausuradas por el delegado del Gobierno en Melilla, Antonio Claret.

El curso estaba organizado por la Policía Nacional y la propia agencia y ha tenido una duración global de cinco semanas, desarrollándose cada semana en una ciudad distinta de cada país.

La organización en España ha elegido para la ocasión a Melilla por su situación geográfica, fronteriza con Marruecos y con el continente africano en general, que le provoca una gran presión migratoria, así como por su «especial regulación» en el tráfico fronterizo.