Editorial

La caída de Ratko Mladic

Acusado de genocidio y crímenes de guerra, su detención, que coincide con los 50 años de Amnistía Internacional, atiende a la memoria de las víctimas, pero no cierra todas las responsabilidades políticas de la 'guerra de los Balcanes'

Diario de Noticias, 28-05-2011

lA detención de Ratko Mladic debiera cerrar el círculo de la persecución de los grandes criminales serbios, croatas y bosnios que asesinaron a miles de inocentes en el Conflicto de los Balcanes (1991 – 1996), una guerra fratricida de raíces étnicas y religiosas y a la que tampoco fueron ajenos los grandes intereses geoestratégicos y económicos de la Unión Europea. Mladic, de 69 años ahora, responsable intelectual del asedio a Sarajevo, que causó más de 12.000 muertes inocentes, y de la matanza de Srebrenica – donde los paramilitares serbobosnios asesinaron y enterraron en fosas comunes a más de 8.000 personas, en su mayoría hombres y niños – , carga sobre su conciencia las mayores masacres de civiles desde la 2ª Guerra Mundial. Había vivido en la más absoluta impunidad en Serbia, protegido por los militares y los servicios secretos serbios y rusos con la complicidad de los sucesivos gobiernos, hasta hace tres años, cuando fue detenido y entregado al Tribunal Internacional de la Haya Radovan Karadzic, su jefe político. Ambos libraron una lucha sin cuartel bajo las órdenes políticas del entonces presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, quien murió en La Haya mientras era procesado por la justicia internacional. Su detención, un deber democrático con las víctimas, coincide además con la conmemoración del 50º aniversario de Amnistía Internacional, organización de defensa de los derechos humanos nacida como respuesta a la injusticia del encarcelamiento en 1961 de dos jóvenes portugueses por brindar por la libertad en un país sometido entonces a la atroz dictadura de Salazar. Es cierto que la captura y juicio democrático de Mladic – ni ha sido asesinado desarmado ni su cadáver arrojado al mar como hicieron los militares de EEUU con Bin Laden – no cubre todas las responsabilidades personales y políticas por los crímenes que se cometieron en los Balcanes, incluidos los de los altos dirigentes civiles y militares de la OTAN que, al igual que ahora en Afganistán, ordenaron bombardear indiscriminadamente a la población civil de Serbia en nombre de una supuesta democracia y que calificaron a aquellas víctimas también inocentes como daños colaterales. Pero sin duda es un paso definitivo para atender la memoria de las víctimas inocentes y atenuar el dolor de sus familiares. Y para el necesario acercamiento de Belgrado y los Balcanes a Europa.

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