La Comunidad de Madrid cobija 1.103.470 extranjeros. De los mismos, 67.868 podrían haber ejercido su derecho hoy, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

La mayoría son rumanos (25.118), seguidos de los ecuatorianos (6.789) y los italianos (6.187). En la calle, buena parte de las nacionalidades votantes mayoritarias consultadas reconocía su desinterés por acercarse a las urnas, aunque muchos garantizaban que participarían en los comicios autonómicos y municipales por una sencilla razón: que se cree más empleo. La balanza se inclinaba entre los populares y los socialistas.

«Lo que más me importa ahora es que se consiga crear más empleo para salir de la crisis, y eso no creo que sea capaz de hacerlo el PSOE. Ya he votado algunas veces en las elecciones de España y nunca han salido los que yo voté. Ahora me gustaría que continúe el PP. Por lo menos aquí en Madrid se ve que han hecho bastantes cosas y por eso me gustaría que sigan. La verdad es que también los quiero para las generales», aseveraba Sorín Dobos, un rumano de 36 años que se trasladó a Madrid hace nueve años. Actualmente trabaja como albañil.

Al igual que este ciudadano del este de Europa, Hermano Pogo, un comerciante ecuatoriano de 44 años, lleva más de una década viviendo en Madrid. Tras el mostrador de su tienda de alimentación del barrio de Ventas, la misma que mantiene a su mujer y su hijo, aseguraba que se quedaría con los candidatos de la lista popular. «Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Ya que están estas personas aquí hay que dejarlos para que tengan un poco más tiempo para poner en marcha sus proyectos y finalizar sus obras».

Aunque el PP tenga la mayoría de los votos en la Comunidad de Madrid, tal y como van revelando los resultados, no es unanimidad entre los inmigrantes que viven en la capital madrileña. «Yo votaré en la lista del PSOE porque a mí me parece que la gente del PP solo dice barbaridades y no hacen nada cuando está en el poder. Fíjate lo que pasa en la Comunidad de Madrid. Aquí no hicieron nada para solucionar los problemas del paro. También creo que los políticos del PSOE entienden mejor la importancia de los inmigrantes para la economía, ya que somos muchos aquí», afirmaba la joven colombiana Laura Martínez, de 22 años, que trabaja como dependiente en una tienda de relojes en Manuel Becerra. La misma lleva cinco años en Madrid.
El desencanto

Más desencantado con la política se encontraba el peruano Renzo Macco, de 28 años, que emigró desde su país de origen con su familia hacia España en el año 2002. Por el momento mantiene su empleo como obrero. Renzo garantizaba que, tanto en las autonómicas como en las municipales, no iba a votar a nadie: «No pienso hacerlo. Creo que cualquier partido que gane no va a conseguir cambiar nada. Entre lo que entre, va a durar la crisis algún tiempo más. No hay uno que no esté adeudado hoy en España, y no creo que los políticos puedan hacer mucho. Hay que entender que la crisis no pasa solo en Madrid o en España, es mundial».

La importancia del voto de la población inmigrante que vive en la capital ha sido reconocida por la Comunidad de Madrid, que empezó una campaña a finales de 2010 para fomentar el voto entre los extranjeros. Más de 48.000 folletos en cuatro idiomas español, rumano, búlgaro e inglés fueron distribuidos con vista a animar a la gente a ejercer su derecho al voto y participar de las elecciones municipales.

Los papeles contienen la información sobre los requisitos comunes para todos los que deseen votar. Los principales son: haber cumplido 18 años de edad antes del 22 de mayo de 2011, estar empadronado en el Ayuntamiento en el que van a ejercer su derecho y haberse inscrito en el Censo Electoral.