ANPE-Rioja reclamó ayer la creación de un ‘Plan de atención a la diversidad’, una fórmula que sirva para homogeneizar el tratamiento al alumnado inmigrante en la enseñanza no universitaria. Un sistema por el que los inmigrantes dejen de ser un colectivo «al que tendemos a agrupar en el mismo saco, asociándolo con ’problemas’».
«Tener un plan de estas características no es una moda, es una necesidad», explicó Juan Garrido, responsable del Servicio del Defensor del Profesorado del sindicato. Garrido recordó que La Rioja es la comunidad con mayor porcentaje de inmigrantes de todo el Estado y describió las notables diferencias que se producen en el reparto de inmigrantes en la red de enseñanza pública respecto a la concertada.
De entrada y según los datos extraídos de un informe de la Defensora del Pueblo Riojano, la red pública agrupa al 72% de los alumnos inmigrantes en educación infantil y primaria, por el 28% que van a los centros privados. A esta diferencia se añade un importante matiz: la mayoría de los inmigrantes de la concertada proceden de Suramérica, lo que reduce las posibilidades de que puedan aparecer problemas de adaptación a consecuencia del idioma. En la pública, sin embargo hay el mismo porcentaje de africanos que de suramericanos y prácticamente el doble que en la privada.
«Como no está regulada, la atención a la inmigración debe venir de los centros. Y como no existe un referente legislativo, cada centro se organiza como puede», explicó Garrido, quien recordó que la atención a la diversidad se reduce ahora «a que el profesorado saque horas sueltas de donde pueda. Así no se puede realizar un trabajo efectivo».
El plan que propone ANPE-Rioja se centra fundamentalmente en el reparto equitativo de la población inmigrante, la concreción de la oferta de formación (del profesorado y de equipos directivos), potenciar las figuras clave (orientadores, mediadores educativos, traductores… dependiendo del perfil profesional de cada figura) o la reducción de ratios.
Tanto Garrido como María Luz Arévalo, secretaria de acción sindical de ANPE-Rioja, y José Manuel Reinares, presidente, insistieron en que, hasta ahora, desde el Gobierno riojano sólo se han tomado «medidas de parcheado» para atajar este problema. Y pusieron como ejemplo las ‘aulas de inmersión’, que apenas tienen dotación, que en muchos casos están desbordadas y que no distinguen un alumno rumano con fácil acceso al español y al inglés de un paquistaní.