Barakaldo. El barrio de Kadagua de Barakaldo sigue sin recuperar la normalidad tres días después de producirse una reyerta entre una familia paya y otra de etnia gitana que se saldó con dos heridos por arma blanca. Ayer, la Ertzaintza y la Policía local, que permanecen desplegadas para evitar nuevos incidentes, practicaron una cuarta detención, la de un joven gitano de 19 años al que arrestaron acusado de proferir amenazas de muerte a la madre de uno de los implicados en la riña.

Los hechos ocurrieron a las once de la mañana cuando Pilar, que ha abandonado el barrio temporalmente, se acercó a su domicilio para recoger el libro de familia y algunos objetos personales. Según los vecinos, algunos miembros del clan gitano aprovecharon la ocasión para increparla a ella y a una joven llamada Janire que poco después relató lo sucedido: “Ha sido lo de siempre: que ya me verán, que me van a matar…”, explicaba visiblemente nerviosa por esta situación.

A pesar del fuerte despliegue policial, con la presencia de doce agentes en muchos momentos, las familias no terminan de aplacar el miedo a sufrir represalias ni se rebaja la tensión. Los vecinos de Villa Maitia, el portal 12 bis, donde reside el clan gitano, eran acompañados ayer por los agentes cuando deseaban entrar a sus domicilios, mientras que dos mujeres de avanzada edad fueron increpadas al pasar junto al edificio camino de su casa.

Algunos vecinos denunciaron ayer que llevan “cuatro años” denunciando en el Ayuntamiento de Barakaldo la situación de conflictividad vecinal que sufren con esta familia calé, pero hasta el momento no han recibido una respuesta satisfactoria. “Hemos acudido al Ayuntamiento en varias ocasiones, nos ha recibido el alcalde, y no han hecho nada. Si hubieran tomado medidas antes, esto, a lo mejor, se hubiera podido evitar”, denunció Mari Mar.

Críticas al alcalde Varios jóvenes lanzaron duras críticas al alcalde, Tontxu Rodríguez, por no recibir personalmente a los vecinos de Kadagua tras la reyerta del domingo. Fue la concejal de Seguridad Ciudadana, Olga Santamaría, y el jefe de la Policía local quienes se reunieron con ellos. Estos vecinos se mostraron “muy defraudados” con el primer edil, al que tacharon de “cobarde”. “Es increíble que no se haya presentado a decirnos algo, simplemente a interesarse por nosotros, estamos indignadísimos”, se quejaban ayer.

Los vecinos desconocen el origen de la reyerta, aunque sí se reafirmaron en su testimonio de los hechos. José Antonio, un joven de 23 años, buscó refugio en una vivienda porque estaba siendo perseguido por un grupo de unas 20 personas de etnia gitana. “Yo no sé cuánta gente entró en mi casa pero allí solo había cabezas”, explicó ayer Eloína, propietaria del inmueble. En el transcurso de la refriega resultaron heridos por arma blanca Juan Jiménez Heredia, que ya ha recibido el alta, y su tío Agustín Heredia, ingresado aún en el hospital de Cruces. José Antonio y su padre fueron detenidos y ya han ingresado en prisión.