MUNICIPALES CATALUNYA | SEGUNDA SEMANA DE LA CAMPAÑA

El PP saca los colores

El discurso Los conservadores señalan a los inmigrantes como portadores de enfermedades y consideran injustas las críticas El aviso El PSC subraya que los populares serán socios de Trias

El Periodico, TONI SUST, 18-05-2011

La campaña electoral empezó con los recortes del Govern sobre la mesa de debate. CiU, acusada por sus rivales políticos de pretender erosionar la sanidad y la educación públicas catalanas, no salió tan escaldada como el PSC por votar en el Congreso con el PSOE en contra de la petición de que el Ejecutivo central pague este año a la Generalitat 1.450 millones correspondientes al fondo de competitividad. Pero los recortes que suscitaron la manifestación del sábado han quedado en un relativo segundo plano: a estas alturas, la cuestión se ha visto superada por el encarnizamiento de los ataques indiscriminados del PP a la inmigración.

Ahora, el PSC emprende o mejor dicho, redobla su ofensiva no ya contra quien propaga la crítica al foráneo, sino contra quien podría ser su socio en el Ayuntamiento de Barcelona, CiU. A la vista del sondeo publicado ayer por este diario, la campaña no desembocará en una victoria aplastante de nadie. No en la capital catalana. El PSC va por detrás pero conserva esperanzas, sin exagerar, de que Jordi Hereu salve la alcaldía. CiU va por delante, aunque los números la empujan a gobernar con Alberto Fernández Díaz, algo que le costará vender a su electorado.

La estrategia socialista se fundamenta en ir recordando a los ciudadanos que Trias votó la investidura de José María Aznar. Ayer mismo, el partido puso en circulación un vídeo nada secreto que recoge intervenciones de Trias y Aznar en aquel debate de investidura. Ambos, mucho más jóvenes, se lanzan flores dialécticas.

DATOS Y VÍSCERAS / En los días que les quedan para intentar revertir una tendencia que viene de antiguo, los socialistas se centrarán en subrayar que no están apelando al miedo por el miedo. Que el miedo no siempre es abstracto y que esta vez la cosa va en serio. El matiz, destacan, es que, por vez primera, el PP catalán tiene opciones reales de entrar en el gobierno de Barcelona. El mismo partido que ha deslizado en campaña que los inmigrantes traen enfermedades que ya no existían. Aunque está probado que en Badalona, y no solo allí, más que a datos fiables, el discurso popular se agarra al alma visceral que potencialmente reside en cada elector, conviene recordar que la denuncia contra los foráneos se produce precisamente cuando ya no vienen. Según la Secretaria per a la Immigració, en el 2010 se constató la disminución de extranjeros en el área de Barcelona. Dejaron de llegar y algunos se fueron.

En adelante primará el voto del miedo, algo casi más viejo que las propias elecciones. Para ser exactos, el que los socialistas pedirán contra un hipotético pacto CiU-PP, con la advertencia de que dejar el consistorio en manos de un pacto de derechas es un peligro para la ciudad.

Y aunque ahora él y su partido protestan, el padre, por lo menos adoptivo, de esta ecuación de miedo al cuadrado es Fernández Díaz. El alcaldable popular siguió el viernes a su candidato en Tortosa, Pau Fernández, en la afirmación de que los inmigrantes han causado el rebrote de enfermedades erradicadas. Fernández (el de Tortosa) propuso controles sanitarios a los extranjeros. Fernández (el de Barcelona) fue preguntado el viernes por ello y aunque dijo desconocer la propuesta sí apoyó la tesis de que los foráneos importan enfermedades aludiendo al informe de salud que el ayuntamiento presenta anualmente. Eso le hizo merecedor, por cuatro veces, de ataques por parte del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. La última, ayer.

También ayer, el médico Josep Maria Jansà, coautor del informe del consistorio, desmintió a Fernández. Aseguró en RAC 1, que el candidato hace una lectura «interesada» y que lo que afirma «es falso». «Es una aberración de alguien que no sabe leer lo que se dice o lo reinterpreta en función de no sé qué intereses. Me gustaría que me dijera en qué página y en qué párrafo dice eso [la vinculación entre el rebrote de enfermedades y los inmigrantes], en qué se basa para decir esa barbaridad», declaró.

LA MARGINALIDAD COMO CAUSA / Jansà subrayó que el inmigrante suele ser un individuo más sano que la media en su país de origen y que sus problemas de salud acostumbran a tener relación con la marginalidad que sufre en el país de acogida, lo que le hace candidato a sufrir más enfermedades, pero sin «un impacto de nuevas enfermedades». «Es un discurso rancio, nunca demostrado», añadió.

Si Jansà se mostró estupefacto, no menos decían estarlo los populares, que se hicieron cruces por que de repente la campaña gire alrededor de la idea lanzada por un candidato de Tortosa e insistieron en que el informe, y los de años anteriores, sí dan la razón a Fernández Díaz. El último, el del 2009, apunta a un contagio mayor de tuberculosis entre los inmigrantes que entre los autóctonos. En todo caso, no indica que los extranjeros ya llegaran enfermos. Los populares insistieron en que su tesis no son inventadas. Trias, por cierto, se distanció de su socio potencial. Pero difícilmente podrá distanciarse de necesitarlo aritméticamente, sociovergencia aparte.

RAJOY, EN L’HOSPITALET / «A nosotros, la campaña de ataques e insultos de otros partidos no nos importa. Lo que nos importa es el apoyo de la gente, que quiere las políticas de inmigración que defiende el PPC». La verdad es que los populares, que gestionaron España durante ocho años, nunca pusieron en práctica políticas que se correspondan con las actitudes que exhiben en campaña. Su presidente, Mariano Rajoy, participó hace poco en un acto con inmigrantes. Mañana hablará en L’Hospitalet. No deja de sorprender que el PP no lo lleve a Badalona o a Barcelona, sus plazas clave, sino a un municipio en el que nada tiene que hacer. A primera vista, podría concluirse que no se quiere involucrar al líder con la parte más áspera de la campaña. Pero en el partido afirman que se eligió el mejor espacio posible.

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