La trata de mujeres con fines de explotación sexual es una sonrojante realidad, a pesar de que pueda parecer invisible. Con el fin de dar un atención integral a estas víctimas y luchar contra dicha lacra desde sus raíces, diferentes sectores implicados, liderados por la Atención de Víctimas de la Violencia de Género del Gobierno vasco, comenzaron a trabajar hace año y medio en un acuerdo de coordinación. La experiencia, pionera a nivel estatal, dio ayer un paso más con una jornada formativa para los diferentes agentes implicados en esta lucha. El palacio gasteiztarra de Villa Suso acogió a doscientos profesionales, venidos del ámbito jurídico, policial, sanitario y del voluntariado de ONG que reflexionaron sobre cómo mejorar su atención a dicho vulnerable colectivo.

La sesión de trabajo comenzó acercando la realidad con números. «El 70% de las mujeres víctimas de explotación sexual, a diferencia de lo que se puede creer, se encuentra en situación regular en España, aunque muchas sean extranjeras. Sin embargo, las denuncias de este tipo de casos siguen siendo escasas porque tienen miedo a sufrir represalias». Un dato al que los expertos ponentes añadieron otros como el que una promesa falsa de un trabajo acaba convirtiéndose en una situación de esclavitud y dependencia absoluta, ya que las mujeres son explotadas sexualmente «bajo amenazas, sin salario y obligadas a consumir drogas».

Son mujeres con una tremenda desconfianza, una fuerte dependencia de las mafias y mucho miedo a las denuncias. «No es necesario que las víctimas estén atadas o encerradas en ningún sitio, a veces basta con el aislamiento social y con la retirada del pasaporte, cuando no con amenazas a la familia a través de rituales de vudú, muy eficaz en el caso de mujeres africanas», explicó María del Río Pereda, vocal de la Junta Directiva de Médicos del Mundo y licenciada en Derecho.

Los asistentes también pudieron ahondar en este fenómeno desde la perspectiva de la asistencia letrada. Al respecto, se dejó claro que es «la Administración la que se tiene que poner a disposición de la víctima, quiera o no colaborar, y no al revés», según apuntó la coordinadora del Turno de Oficio de Trata del Colegio de Abogados de Sevilla, Amparo Díaz.

Protección

La jornada, además, contó con disertaciones a cargo de los colectivos que más de cerca conviven con estas mujeres: las asociaciones, voluntarios y ONG que contaron sus experiencias.

«La pretensión de la jornada ha sido formar a los diferentes colectivos e instituciones en contacto con estas mujeres de la mano de otras experiencias y buenas prácticas de cara a ir adaptándolas a nuestros propios protocolos de coordinación», indicó a EL CORREO Mariola Serrano, directora de Atención a Víctimas. «Buscamos proteger a estas víctimas y darles una atención integral. Hasta ahora no existía coordinación ni tampoco, por ejemplo, un recurso de acogida, que acaba de ponerse en marcha, donde dichas mujeres explotadas tienen protección policial y se les da atención jurídica y psicológica. No olvidamos la formación ni la sensibilización ciudadana, pero todavía nos queda mucho por hacer».