Unos cuatro mil inmigrantes de Ecuador y de Bolivia, afectados por el terremoto del pasado miércoles en la ciudad de Lorca, en Murcia, esperan “a buen recaudo” en los campamentos de emergencia las ayudas que les permitan recuperar sus actividades.

Se trata de unos 3.700 ecuatorianos y menos de 500 bolivianos, refugiados en los tres campamentos dispuestos por la Cruz Roja y el Ejército.

Lorca, un municipio con cerca de 95 mil habitantes, donde habitan unos 10 mil ecuatorianos y 4 mil bolivianos, fue sacudida hace cinco días por dos sismos de 4,4 y 5,1 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que dejaron 9 muertos, 300 heridos, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales.

La cónsul ecuatoriana, Cecilia Erique, explicó que en los tres campamentos dispuestos en Lorca hay 1.253 familias ecuatorianas, unas 3.700 personas, aunque aseguró que muchos de ellos volverán en breve a sus viviendas tras recibir el visto bueno de habitabilidad por parte de las autoridades.

Según Erique, la ministra de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) de Ecuador, Lorena Escudero, quien se encuentra en Lorca desde la víspera, ha estado “planificando las acciones” que se pondrán en marchan de inmediato con las ayudas asignadas por los gobiernos de España y Ecuador.

Por parte de Bolivia, la cónsul María Celia Orellana expresó su ‘preocupación’ porque muchos compatriotas siguen esperando “a la intemperie” la reconstrucción de sus viviendas o a ser realojados en otros lugares al haber sido declaradas no habitables sus casas.

El gobierno pidió a la banca que sea solidaria y tenga una “consideración especial” en las relaciones financieras con los ciudadanos y empresas de Lorca afectados por la tragedia.