Dinamarca se sale con la suya
Nadie en la UE se atreve a cuestionar los controles fronterizos de Copenhague
El Mundo, , 13-05-2011Antes de entrar en la reunión de ministros del Interior de la Unión Europea, varios como el representante español aseguraban ayer que pedirían explicaciones a su colega danés por el anuncio «unilateral» de la vuelta a los controles fronterizos. Pero, una vez dentro, ni uno solo cuestionó a Dinamarca ni se atrevió a criticar su derecho a volver a las caducas aduanas.
El respeto hacia el Gobierno danés, que había anunciado la decisión el día anterior sin avisar a los vecinos o a la UE, es representativo del tono del debate sobre cómo limitar la libre circulación de personas dentro del espacio Schengen.
La Comisión Europea repite que no se trata de debilitar el sistema, pero sus propuestas irán en esa dirección. La mayoría de ministros del Interior apoyaron la idea de concretar en qué situaciones se puede reinstaurar el control fronterizo, una manera de normalizar la suspensión de la libre circulación de personas y mercancías. La comisaria del Interior de la Unión, la sueca Cecilia Malmström, dijo que en ningún caso se puede acabar con «el regalo a los ciudadanos» que es Schengen, si bien su reforma abre la vía para que haya más controles.
La mayoría de estados se mostraron ayer favorables a la revisión del sistema mientras quede claro que las competencias son, como ahora, puramente nacionales y la Comisión no aproveche para intentar decidir sobre cuándo un país puede cerrar sus fronteras. Únicamente Chipre, que no pertenece a Schengen pero aspira a entrar, se mostró claramente en contra de la idea. Y sólo España, Bélgica y Malta insistieron en que sería más conveniente aplicar mejor las reglas existentes en lugar de crear nuevas.
«España cree que en la actualidad existe un marco legal que permite en circunstancias muy excepcionales establecer controles», dijo Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad. Aunque defendió Schengen, Camacho no cuestionó dentro de la sala de reuniones la decisión danesa que había criticado fuera ante la prensa.
Copenhague argumentó su decisión de reinstaurar el control de fronteras en función del aumento de la criminalidad «que vive toda Europa». Por eso, reabrirá los puestos fronterizos cerrados tras su adhesión a Schengen hace 15 años y restablecerá los controles policiales aleatorios en busca de inmigrantes ilegales y traficantes de drogas.
¿El final de Schengen?
Las normas permiten un control fronterizo en circunstancias excepcionales que puedan poner en riesgo la seguridad nacional. Varios diplomáticos y expertos europeos insisten en que ahora las decisiones deben ligarse a casos concretos, como atentados o finales de fútbol, no a amenazas genéricas, como la «delincuencia», el argumento danés. La lista de motivos para establecer controles se alarga después de que Francia cerrara su frontera con Italia por la llegada de unos pocos millares de tunecinos en abril.
El representante danés, el ministro de Integración, Soren Pind, dijo que la reintroducción de los controles fronterizos permanentes se ajusta a las normas de la UE y ya se aplica en Suecia. «No tiene nada que ver con el final de Schengen», afirmó Pind a un grupo de reporteros después de la reunión.
El ministro aseguró que no habrá control de pasaportes en la entrada a su país, sino más policías con más medios para controlar el tráfico. Tras pedir la palabra en el Consejo de la Unión Europea y exponer su decisión, el danés comentó que parecía que todo había quedado claro para sus colegas.
«Espero que lo hayan entendido. Si no, la política es así», dijo, desafiante. «Estamos intentando hacer lo mejor para asegurar la libertad de movimiento y a la vez impedir que la actividad criminal fluya libremente», insistió Pind, convencido de que sus palabras gustan a países como Francia e Italia, los más partidarios de imponer más límites.
La Comisión es la única que no tiene tan claro que el Gobierno danés esté respetando Schengen y dice que pedirá «aclaraciones» si es necesario tras analizar los controles. Si bien las fronteras siguen siendo un ámbito nacional, la Comisión estudiará si puede denunciar a Dinamarca ante el Tribunal de la UE. Fuentes diplomáticas aseguran que los funcionarios comunitarios se quejan de que ahora no tienen ningún papel en la suspensión temporal de Schengen, ya que los Gobiernos no utilizan el procedimiento ordinario, que pasa por informar a Bruselas antes de tomar la decisión, sino siempre el de urgencia, con el que basta con mandar una carta a posteriori.
La propuesta de la Comisión para revisar Schengen es, de hecho, un intento de rascar poderes.
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