La UE está en pleno debate sobre una posible flexibilización del tratado de Schengen para hacer frente a la oleada migratoria de Libia y Túnez. Los cientos de tunecinos llegados a Italia en las últimas semanas llevó a Francia a pedir que se amplíen los casos en los que un Estado puede restablecer las aduanas.

Para debatir la posible reforma, hoy se reúnen en Bruselas los ministros del Interior. La Comisión Europea desea introducir algunas modificaciones de cara a una política de asilo y migración común y una estrategia preventiva que, en colaboración con los países de origen, frene la inmigración ilegal. Schengen suprimió las fronteras internas en la mayoría de países de la UE en 1985. Desde entonces, los controles fronterizos dentro del espacio común sólo pueden restablecerse de forma esporádica y en casos muy específicos: si hay una amenaza para el orden público o para la seguridad interior. Alemania suspendió el tratado durante el Mundial de fútbol del 2006 para evitar la entrada de hooligans.Schengen también autoriza los controles fronterizos aleatorios, pero no permanentes, como intenta hacer Dinamarca. Bruselas no se ha pronunciado sobre la posible ilegalidad de la medida.