El futuro del tratado europeo de libre circulación
Dinamarca blinda sus fronteras
El Gobierno danés cede ante la extrema derecha y acaba con el paso libre
La Vanguardia, , 12-05-2011Contra todo pronóstico, Dinamarca anunció ayer que restablecerá el control aduanero permanente en sus fronteras con Alemania y Suecia. La insólita decisión es fruto del acuerdo que el Gobierno liberal-conservador ha alcanzado con el ultraderechista Partido Popular Danés, que a cambio, podría mostrarse ahora más proclive a apoyar la reforma de las pensiones que el Ejecutivo intenta sacar adelante desde hace varios meses.
Según avanzó a la prensa el ministro de Economía, Claus Hjort Frederiksen, el plan empezará a aplicarse “lo antes posible”, lo que en la práctica significará dentro de “dos o tres semanas”, aunque no se completará hasta el 2013. Los principales puntos de control se llevarán a cabo en las fronteras por carretera que separan a Dinamarca de Suecia y Alemania, así como aumentarán las inspecciones en los puertos y la vigilancia en los aeropuertos. Para ello, las autoridades tienen previsto invertir unos 150 millones de coronas danesas (20 millones de euros) en la instalación de nuevos controles, equipos especiales para identificar matrículas y escáneres capaces de descubrir personas, armas o drogas dentro de camiones o barcos. Asimismo, el plan prevé destinar otros 120 millones (16 millones de euros) a incrementar el personal de aduanas y el número de agentes de policía en los distintos puntos de frontera.
Como firmante del tratado de libre circulación, Dinamarca no puede restablecer cualquier tipo de control en sus fronteras. por eso Frederiksen subrayó que “todo se hará dentro de los límites de Schengen”. Aun así, el anuncio no ha dejado de sorprender a los demás países de la UE.
Los primeros Estados en pedir cambios en este sentido fueron Francia e Italia a raíz de la masiva llegada de refugiados árabes como consecuencia de las revueltas que están teniendo lugar en el norte de África.Ambas naciones proponen ampliar las cláusulas que definen la libre circulación de ciudadanos para que así cada país pueda reintroducir las fronteras de modo unilateral en caso de sufrir una “presión migratoria extraordinaria”.
De hecho, el acuerdo alcanzado por el Gobierno danés y los ultraderechistas contempla apoyar las propuestas franco-italianas. Y es que su principal objetivo es combatir el aumento de la criminalidad, fenómeno que tanto el Gobierno como el Partido Popular danés vinculan directamente a la inmigración ilegal. “En el transcurso de los últimos años, hemos visto un aumento del crimen transfronterizo y este plan se lleva a cabo para frenar el problema”, explicó Frederiksen sin tapujos.
El plan pone finalmente en práctica una de las medidas más codiciadas por el Partido Popular danés. A lo largo de la última década, el apoyo parlamentario de esta formación ha sido vital para que la coalición liberal-conservadora consiguiera mantenerse en el poder. A pesar de no formar parte del Ejecutivo, sí le brinda ayuda externa desde el Parlamento a cambio de algunas concesiones, sobre todo por lo que respecta a la lucha contra la inmigración. Esto ha hecho que, poco a poco, Dinamarca se convirtiera en el país europeo con la ley de extranjería más estricta.
Dicho esto, es muy probable que la repentina aprobación del plan que busca reinstaurar las fronteras con los países vecinos no sea más que la contrapartida que el Gobierno ha tenido que pagar al Partido Popular para lograr que este apoye la reforma de las pensiones. El primer ministro liberal, Lars Loekke Rasmussen, sabe muy bien que si no logra sacar adelante esta reforma podría verse obligado a anticipar las elecciones que están previstas para el próximo mes de noviembre.
Entre otras cosas, el plan prevé eliminar las prejubilaciones así como nuevos recortes al Estado de bienestar. Hasta el presente, el Partido Popular danés se había opuesto férreamente a estas modificaciones. Sin embargo, todo parece indicar que está a punto de cambiar de opinión. Y pagando un precio.
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