Un total de 23 entidades cristianas (entre ellas Càritas, Justícia i Pau o la Unió de Religiosos de Catalunya) han suscrito un manifiesto ante las elecciones en el que piden que la inmigración no sea incluida en los programas y discursos de “forma populista y demagógica”. Piden que no se dificulte el acceso de los inmigrantes al empadronamiento, que se simplifiquen los trámites burocráticos y se facilite el acceso a una vivienda digna, para lo cual se requerirá una rehabilitación de edificios y la mejora de los equipamientos de los barrios más desfavorecidos. También recomiendan que “se eviten concentraciones excesivas de recién llegados en determinados barrios”. Finalmente, los firmantes piden que “se facilite a las diferentes comunidades religiosas la creación o acceso a lugares dignos destinados al culto y la plegaria”.