La OTAN "ni vio ni escuchó nada"

Los supervivientes del bote en el que murieron 61 inmigrantes acusan a la Alianza de negarles socorro

Deia, Silvia Martínez, 10-05-2011

La OTAN “ni vio ni escuchó” a ningún barco con problemas a finales del mes de marzo cuando intentaba alcanzar la isla italiana de Lampedusa huyendo de la inestabilidad en Libia, ni mucho menos dejó morir de hambre y sed a 61 de los 72 inmigrantes que viajaban a bordo de la embarcación, tras pasar 16 días a la deriva según publicó el pasado lunes el diario británico The Guardian. “Cualquier implicación de que un barco de la OTAN vio e ignoró un barco en apuros es errónea. Las unidades de la OTAN involucradas ni vieron ni escucharon ningún rastro de ningún otro barco en la zona cuya seguridad estuviera amenazada”, aseguró ayer con rotundidad la portavoz adjunta de la OTAN, Carmen Romero.

Según la historia publicada por el rotativo británico, el bote con 72 personas a bordo, de ellas 20 mujeres y dos niños, uno de ellos de apenas un año de vida, partió el pasado 25 de marzo de Trípoli con destino a Lampedusa, a 290 kilómetros al noroeste de la capital libia. A bordo viajaban 47 etíopes, 7 nigerianos, 7 eritreos, 6 ghaneses y 5 sudaneses. Los problemas comenzaron a las 18 horas de iniciar la travesía. Empezaron a perder combustible y se quedaron a la deriva a unas 60 millas de la costa libia. Fue entonces, según el relato de uno de los nueve supervivientes, el etíope Abu Kurke, cuando decidieron utilizar el teléfono por satélite que llevaban para contactar con el padre Moses Zerai, un sacerdote de Eritrea que dirige en Roma la organización de derechos de los refugiados Habeshia. El fue quien avisó a los guardacostas italianos que a su vez aseguraron a Zerai haber dado la voz de alarma para localizar a la embarcación.

Según el relato de los hechos que hace el periódico, poco después se acercó a la embarcación un helicóptero militar en el que se podía leer la palabra “ejército”. Los pilotos llevaban uniforme e hicieron llegar botellas de agua y paquetes de galletas a las personas que viajaban en el bote. También les pidieron por señas que se mantuvieran en su posición hasta que un barco llegara en su ayuda. El helicóptero se marchó pero la ayuda nunca llegó. Para Kurke y sus compañeros de viaje comenzó entonces una agonía que se fue llevando poco a poco la vida de la mayoría de las personas que viajaban a bordo. “Cada mañana nos despertábamos y encontrábamos más cuerpos que dejábamos durante 24 horas y después tirábamos por la borda”, explica al diario británico.

Kurke también cuenta que el 29 o 30 de marzo se toparon con un portaaviones, del que varios aviones despegaron y sobrevolaron la embarcación y que ellos sostuvieron en alto a los dos niños para que se les divisara mejor. Sin embargo, no hubo ninguna respuesta y los inmigrantes siguieron a la deriva, sin combustible, sin alimentos, sin agua y muriendo poco a poco hasta que el 10 de abril la corriente les llevó a la ciudad libia de Zlitan, cerca de Misrata. En ese momento, solo 11 personas de las 72 que iniciaron la travesía estaban vivas y una de ellas pereció poco después.

Muchas incógnitas, por tanto, todavía por resolver. La guardia costera italiana aseguró a The Guardian que avisaron a Malta para que lanzara la operación de rescate mientras que las autoridades maltesas desmienten que tuvieran ningún contacto con la embarcación. Según este rotativo el único portaaviones de la Alianza operativo en la zona durante esas fechas era el francés Charles De Gaulle. Pero tanto la Marina francesa como la OTAN lo desmintieron ayer con rotundidad.

Según fuentes de la Alianza, durante las fechas mencionadas por el diario británico – entre el 29 y 30 de marzo – sólo había un portaaviones bajo mando aliado operativo, el italiano Garibaldi, pero se encontraba a más de 100 millas náuticas (185 kilómetros). Es más, recalcó que esta organización es muy consciente de sus responsabilidades bajo el derecho del mar, que obliga a todas las embarcaciones a responder a las peticiones de auxilio, y que a finales de marzo rescataron dos barcos procedentes de Libia con 510 inmigrantes a bordo. Mientras tanto, desde el Estado mayor francés recalcaron que "el Charles de Gaulle nunca ha tenido contacto con este tipo de barcos.

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