PARTIDOS SINGULARES
Un a formacion para quienes no pueden votar
Denok Hiritar reclama el derecho de los extranjeros a elegir y ser elegidos
El Mundo, , 09-05-2011LEYRE HUALDE / Bilbao
La abuela de Marina Paglialunga
emigró a Argentina, pero nunca olvidó su País Vasco natal. Ella fue la
que le transmitió el amor por el
euskara; un amor que llevó a esta
mujer de 47 años a cruzar el charco
y ‘plantarse’ en el euskaltegi de
Lazkao para aprender la lengua de
su familia. Hoy es ella la que enseña euskara a otros en la Fundación
Elhuyar. Marina vive en Segura, está casada con un vasco y le preocu-
pa la política. Y le gustaría influir,
con su voto, en las decisiones municipales. Pero no puede por el mero
hecho de no haber nacido en España. Para reivindicar el derecho de
Marina y de las casi 40.000 personas que están en su misma situación en todo el país a votar y a poder ser elegidas se ha fundado en
San Sebastián el partido Denok Hiritar – Ciudadanía Plena.
«No somos un partido de emigrantes o para emigrantes», explica
Silvana Luciani, cabeza de lista al
consistorio donostiarra. «Denok Hiritar lo componemos personas extranjeras y autóctonas. Aquí cabe
todo el mundo que entienda la integración como la participación en to-
dos los ámbitos de la vida; también
el político». Un centenar de personas aproximadamente dan vida a
esta iniciativa, que nació vinculada
a asociaciones como SOS Racismo.
Su objetivo es concienciar a la población de que no se puede pretender integrar a nadie si no se le deja
formar parte del grupo.
Sus limitados recursos sólo les
permiten presentar candidaturas en
las localidades de San Sebastián y
Hernani. «Elegimos estos municipios porque son importantes y en
ellos contamos con un grupo comprometido de personas trabajando
en favor de los extranjeros desde
hace tiempo», explica Luciani. La
candidatura de Donostia está compuesta por 27 personas de origen
diverso. Proceden de países tan diferentes como Argentina, Senegal,
Turquía, Colombia, Nepal o Irak,
pero todos tienen un elemento en
común: la nacionalidad española o
comunitaria, puesto que, de otro
modo, no podrían concurrir a las
elecciones. «Aplaudimos los acuerdos bilaterales que mantiene España con varios países y que que permiten a sus ciudadanos votar aquí,
pero todavía son limitados», comenta Luciani. «Quien no dispone de
estos acuerdos sufre una doble penalización», asegura esta argentina.
Señala que hay muchas personas
«que han elegido vivir aquí» y están
asentadas en Gipuzkoa «a las que
no se permite ser iguales que al res-
to». Gente que «no puede o no quie-
re adoptar la ciudadanía española,
pero que está perfectamente inte-
grada en la sociedad vasca», recal-
ca Luciani, que vive en San Sebas-
tián desde hace diez años y forma
parte de SOS Racismo Gipuzkoa
desde hace cinco.
En Hernani, donde también se
presenta este joven partido, más de
50 vecinos han firmado un mani-
fi esto apoyando sus peti ci ones.
Unas reivindicaciones que abarcan
desde el derecho de todas las per-
sonas a ser iguales ante la ley has-
ta el derecho al acceso a una vi –
vienda sin distinciones por razones
de origen. Cuando Silvana Luciani
llegó a Euskadi se sintió discrimi-
nada en varias ocasiones. Algo tan
básico como alquilar un piso no le
resultó nada fácil; de ahí que deci-
diera implicarse en la lucha contra
el racismo. Desde Denok Hiritar
denuncian que muchos propieta-
rios se niegan a alquilar sus vivien-
das a i nmi grantes, l o que l l eva a
este colectivo a situaciones de ha-
cinamiento o a tener que subalqui-
l ar pi sos a preci os abusi vos. Por
eso, una de sus reclamaciones a las
administraciones públicas es una
política activa para intentar atajar
este problema.
Denok Hiritar es un partido pe-
queño, como demuestran sus cifras.
Son conscientes de que con cente-
nar de integrantes y dos candidatu-
ras «poco se puede hacer». Sin em-
bargo, no juegan para ganar. «No
tenemos una apuesta por el voto in-
migrante ni esperamos ningún re-
sultado concreto», explica Luciani.
«Sólo aspiramos a que se visibilice
nuestra demanda y, poco a poco,
vaya calando en la sociedad».