El candidato del PP en Badalona, Xavier García Albiol, vuelve a la carga contra la inmigración. Albiol lanzó ayer su último vídeo, el spot electoral, con un mensaje mucho más contundente que el de su polémica cinta 7 minutos con la que irrumpió en la pasada campaña. Esta vez la producción es más austera. Pero si en 7 minutos planteaba de forma implícita una relación entre inmigración y delincuencia, ahora lo deja explícito.

Y ante esta acción política, la reacción ciudadana: buena parte del mundo asociativo badalonés pide responsabilidad a sus políticos, que su lucha por el poder no degenere en una fractura social, no se cobre la convivencia ciudadana.

En la anterior campaña ninguna sigla política relevante en España se había atrevido a enarbolar la bandera que Albiol quiere hacer suya. Entonces, poco después de la crisis de los pisos patera, Badalona era un hervidero. El nuevo vídeo sólo dura treinta segundos. Pero su mensaje es más contundente. Menos diluido. Albiol promete “mano dura contra los que no se quieren adaptar, los delincuentes, los incívicos, las estafas a los servicios sociales”. “Muchos lo piensan y yo lo digo”, dice luego de arrancarse una cinta adhesiva de la boca. Esta vez el candidato acapara el protagonismo e insinúa sus dotes como histrión.

En la presentación del spot, Albiol dijo que “en Badalona no todo vale”. Incrementando la presión policial, remitiendo trimestralmente a la Delegación del Gobierno la relación de los inmigrantes que empadronen sin permiso de residencia, priorizando el acceso a las ayudas a los vecinos que pagan impuestos…, “amargándoles la vida, quitándoles las ayudas… para que se marchen y se lo piensen dos veces”.

Xavier García Albiol pretende arrastrar así a un peligroso debate y con más contundencia que nunca al resto de las formaciones políticas de Badalona, el camino que, entiende el polémico líder, puede conducirle a la alcaldía de la tercera ciudad de Catalunya en número de habitantes. La batalla por Badalona se calienta, una batalla donde Catalunya y el resto de España tienen puestos los ojos. Sus resultados podrían condicionar futuras estrategias electorales de los grandes partidos.

Albiol ya no tiene la impresión de andar sobre arenas movedizas. Se siente plenamente respaldado por su partido. 7 minutos y su mensaje lo pusieron a tiro de piedra del PSC y la alcaldía.