En relación al editorial de su periódico del 13/03/2011, se dice que «aunque los parados en la CAV han aumentado, ha subido la afiliación a la Seguridad Social de los inmigrantes » y se añade que esto no es negativo. No es una buena noticia, pues significa que lo que prima es la contratación de mano de obra barata, aprovechando la necesidad en la que se encuentra el colectivo de inmigrantes .

En el sector de la construcción, bien en obra pública o sector privado, mayoritariamente trabajan portugueses y rumanos, y no es porque los autóctonos no quieran este trabajo, es una cuestión de reducir costos por parte de las empresas. Un albañil autóctono que lleva tres años en paro, desde que comenzó la crisis, cuando va a pedir trabajo a una obra ve que los trabajadores son portugueses y que él por no serlo está excluido, entre los parados ya se dice que para trabajar en una obra hay que empadronarse en Portugal. Trabajo hay, pero no para los de aquí, esto discrimina a nuestros parados e incluso por definición se puede decir que es racismo, ya que al ser nacionales no trabajan en la construcción, si fueran inmigrantes tendrían más posibilidades.

Escribo estas líneas con la intención de dar voz a los que no la tenemos y nos sabemos invisibles, somos los fantasmas del paro. Los que no tenemos trabajo, los que luchamos todos los días por no caer en la exclusión social o la marginalidad, los que soportamos dramas humanos, aquí estamos.