Finlandia, última etapa del avance ultra en Europa
Xenófobos y antieuropeístas, estos partidos responden al miedo de la sociedad
ABC, , 19-04-2011El próximo gobierno finlandés será formado previsiblemente por el conservador Jyrki Katainen, cuyo partido ha sido el más votado en las elecciones legislativas celebradas ayer. Sin embargo, requerirá de largas negociaciones y muy probablemente tendrá que tener en cuenta el espectacular resultado del partido populista de los populistas y ultranacionalistas «Verdaderos Finlandeses» que lidera Timo Soini. El hasta ahora ministro de finanzas se beneficiará de la caída de los centristas, pero no podrá evitar negociar con un nuevo factor, un partido ultra que no juega con las cartas tradicionales.
No es el único caso en Europa. Probablemente, el entorno político de Finlandia se parecerá mucho al de Holanda, donde la coalición liberal-conservadora tuvo que aceptar en octubre pasado los votos (y parte del programa) del partido anti-islámico de Gert Wilders, o el de Suecia, cuyo primer ministro gobierna gracias también a la contribución de un partido populista. La experiencia demuestra que los países con una mayor cobertura social, impuestos altos y una política de tolerancia hacia la inmigración extracomunitaria están siendo un excelente caldo de cultivo para formaciones política xenófobas y nacionalistas.
La ola populista se extiende por los países nórdicos, Austria y Francia, donde Sarkozy adopta buena parte de sus medidas con la vista puesta en la extrema derecha liderada por Marine LePen, que no hace más que crecer en los sondeos. Los ultras crecen también en el este de Europa, mosaico de etnias y pueblos, donde el ultranacionalismo tiene cada vez más predicamento. Y en su conjunto, el populismo hace su agosto en la crisis.
Soini ha logrado un avance espectacular negándose al rescate de Portugal y prometiendo renegociar los elementos esenciales de la pertenencia de Finlandia a la UE incluyendo el euro, pero por ahora nada permite indicar que en Bruselas se haya tomado en serio esta corriente que goza cada vez de mas éxito entre los electores. Soini ha arremetido contra los planes europeos de estabilidad financiera, que tanto ha costado poner en marcha, porque, sostiene, «Finlandia no debe pagar por los errores de los demás», en referencia a los planes de rescate de Grecia, Irlanda y el que se está negociando en estos momentos para Portugal.
El resultado del referéndum de la semana pasada en Islandia, donde los ciudadanos dijeron que no quieren que su Gobierno pague las deudas de sus Bancos con Holanda y Gran Bretaña ha tenido también cierta influencia entre los votantes finlandeses. Sin embargo, la actitud de Soini ha tenido ya efectos directos en la cotización del euro.
Y eso no es nada si la lógica de las coaliciones forzase al nuevo gobierno de Helsinki a negarse a aprobar el plan de rescate de la economía portuguesa que se está diseñando en Lisboa. Sin el visto bueno de todos los países de la UE ese plan no puede ponerse en marcha y Portugal se encontraría en quiebra absoluta.
La situación es tal que el Gobierno alemán se ha querido pronunciar sobre el resultado de las elecciones finlandesas en términos que podrían ser interpretados como una advertencia directa. «Ha sido siempre buena tradición y la receta de éxitos de Europa que, con independencia de los cambios de gobierno, se mantengan los compromisos adquiridos», dijo hoy el viceportavoz oficial del Gobierno, Christoph Steegmans.
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