La Coalición Nacional del conservador Jyrki Katainen se proclamó ayer ganadora de las elecciones parlamentarias de Finlandia. Con el 100% del escrutinio, esta formación obtenía el 20,4% de los votos, por lo que el hasta ahora ministro de Economía se convertirá en el nuevo jefe de Gobierno. Su triunfo, no obstante, se vio claramente empañado por el espectacular avance del partido ultraderechista de los Verdaderos Finlandeses, que con un 19% de los sufragios se colocó en tercera posición. Su auge supera incluso los pronósticos que habían sido avanzados por los sondeos y demuestra una vez más los éxitos que la ultraderecha populista está cosechando en casi toda Europa, empezando por Suecia, Noruega o Dinamarca y continuando por Austria, Holanda, Suiza o Francia.

Tras una campaña repleta de retórica antieuropea y contraria a la inmigración, los Verdaderos Finlandeses lograron desafiar a los países tradicionalmente más votados, al quedar casi empatados con los socialdemócratas, que obtuvieron un 19,1%, y superando con creces al Partido de Centro, que con un 15,8% sufrió un auténtico descalabro electoral. Esta formación, que de ser la más votada en el 2007 pasa a colocarse en cuarta posición, paga así los escándalos de corrupción destapados el año pasado y que forzaron la dimisión del primer ministro, Matti Vanhanen, que en junio del 2010 fue sustituido en el cargo por la joven Mari Kiviniemi. A pesar de los esfuerzos de esta última por intentar recuperar la confianza perdida entre su electorado, los resultados se han convertido en el peor resultado de la historia de esta formación. En sentido contrario, los Verdaderos Finlandeses lograron quintuplicar los resultados de las últimas elecciones, en las que ni siguiera habían conseguido superar la barrera del 4% de los sufragios. Esta vez han sido el único partido que ha ganado escaños.

última por intentar recuperar la confianza perdida entre su electorado, los resultados se han convertido en el peor resultado de la historia de esta formación. En sentido contrario, los Verdaderos Finlandeses lograron quintuplicar los resultados de las últimas elecciones, en las que ni siguiera habían conseguido superar la barrera del 4% de los sufragios. Esta vez han sido el único partido que ha ganado escaños.

Un exultante Timo Soini, el carismático líder del partido, no tardó en calificar el resultado de “victoria histórica”. Y con razón, puesto que por primera vez una formación hasta hoy considerada minoritaria consigue situarse por delante del Partido Socialdemócrata y el Partido de Centro, que junto a la Coalición Nacional de Jyrki Katainen eran las fuerzas políticas que habían dominado la escena política finlandesa a lo largo de las últimas tres décadas.

El resultado le deja las cosas bastante difíciles al vencedor Katainen, que en un principio se había comprometido ante Bruselas a apoyar un eventual rescate de Portugal. Yes que la férrea oposición de los Verdaderos Finlandeses al paquete de medidas con el que los socios de la eurozona quieren salvar al endeudado país ibérico ha hecho que este tema se convirtiera en el tema estrella durante la campaña electoral.

Tanto es así, que Soini llegó a plantear los comicios como un referéndum sobre este tema. Y los resultados parecen confirmar que no iba desencaminado, teniendo en cuenta que más de la mitad de los finlandeses está en contra de rescatar a Portugal. Katainen avanzó ayer que “podemos cooperar con cualquier partido, siempre y cuando esto sea posible en base a los resultados electorales y al programa de gobierno”, pero el pacto no será fácil.

Katainen, que hasta ahora ocupaba la cartera de Economía, advirtió hace poco de que un eventual bloqueo al salvamento de Portugal podría conllevar la reapertura de una nueva crisis, posibilidad que acabaría costando todavía más dinero a los finlandeses. De su parte están el Partido de Centro, los Verdes y el Partido Popular Sueco, es decir, los partidos que formaban la coalición gubernamental. En el otro lado se sitúan los Verdaderos Finlandeses, el Partido Socialdemócrata, la Alianza de Izquierdas, y el Partido Cristianodemócrata. La oposición de estas tres últimas formaciones al rescate es más suave que la de los populistas y no se descarta que acaben dejando de lado sus reticencias al rescate a cambio de entrar en el Gobierno.

Katainen trató de calmar ayer la inquietud con que Bruselas observa los acontecimientos de Helsinki y declaró que “Finlandia siempre ha sido un país muy responsable, dispuesto a resolver problemas, no a crearlos, y estoy convencido de que el próximo Gobierno hará lo mismo”,

A diferencia de los demás miembros de la eurozona, Finlandia vota las grandes cuestiones europeas, tales como los rescates, en el Parlamento. En esta línea, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, el finlandés Olli Rehn, lanzó un llamamiento a su país al pedirle que “demuestre su responsabilidad y apoye este programa condicionado de asistencia financiera a Portugal”.