El Defensor del Pueblo muestra en su informe correspondiente a 2010 – presentado en las Cortes la pasada semana por María Luisa Cava – su «preocupación» ante la situación de «hacinamiento» de los residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla en las distintas dependencias habilitadas como dormitorios.

Según relata el informe, en diciembre de 2010 la institución realizó una nueva visita al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla para hacer un seguimiento de la visita girada en el año 2008. Tras segunda esta visita, el Defensor del Pueblo deja constancia del esfuerzo realizado por la Dirección General de Integración de los Inmigrantes para «priorizar y agilizar» el traslado de grupos familiares de residentes en el CETI en 2010. Sin embargo, reitera que la «sobreocupación» del centro no puede ser calificada como algo «puntual», por lo que destaca su preocupación ante la situación de hacinamiento de los residentes en las distintas dependencias habilitadas como dormitorios.

Servicios esenciales

La institución señala que el alto grado de ocupación y la necesidad de habilitar todas las dependencias posibles para alojar a los residentes no debe provocar que se dejen de prestar los servicios de guardería, educativos y formativos que ese centro había puesto en marcha y que habían obtenido un alto grado de aceptación, además de unos resultados muy positivos.

También lamenta el Defensor del Pueblo que aún no se disponga de un programa continuado de prevención, detección y tratamiento de víctimas de trata de seres humanos e insiste en la necesidad de formación, tanto del personal como de los propios residentes. Para finalizar este apartado, aclara que continuará el oportuno seguimiento al objeto de comprobar el impacto que la nueva construcción pueda suponer para la necesaria reordenación de las dependencias del centro, «dado que las obras de ampliación no habían finalizado en el momento de la visita».

Por último, según se refleja en el informe de 2010, ha sido aceptada la sugerencia planteada en su día a la Delegación del Gobierno en Melilla y posteriormente reiterada a la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración para que se resolvieran favorablemente las solicitudes de residencia de varios ciudadanos de Bangladesh que se encontraban en el CETI de Melilla, procedentes del buque Marine I.

Se toma en consideración que su entrada en España fue autorizada por los responsables de frontera «al concurrir circunstancias de índole humanitaria», así como compromisos adquiridos por España.