El Estado francés bloquea los trenes de Italia para cerrar al paso a tunecinos
Gara, , 18-04-2011El Gobierno francés no dudó ayer en violar la legislación comunitaria que garantiza la libre circulación y anuló todos los viajes en tren procedentes de Vintimille (Italia), en respuesta a una iniciativa popular para que inmigrantes tunecinos pudieran cruzar la frontera.
Todos los trenes procedentes de Vintimille, localidad italiana fronteriza, con dirección al Estado francés fueron anulados ayer, «hasta nueva orden por la prefectura de Alpes – Marítimos», anunció un controlador de la compañía férrea francesa SNCF, mientras los paneles confirmaban las suspensiones.
París no dudó así en violar el Tratado Schengen, que garantiza a libre circulación de bienes y personas sobre territorio de la Unión Europea.
Lo hizo en respuesta a una iniciativa de ciudadanos solidarios, tanto franceses como italianos, que tenían previsto acompañar a un grupo de inmigrantes tunecinos y subirse al tren de las 13.17, bautizado como el «Tren de la Dignidad», con destino Niza y Marsella.
Los organizadores de la iniciativa llamaron a «desafiar los bloqueos gubernamentales para abrir las fronteras, garantizar el libre acceso a territorio europeo y reivindicar que ningún ser humano es ilegal».
Ante la imposibilidad de subir al tren, el grupo, que protegía a más de medio centenar de inmigrantes , la gran mayoría tunecinos, se dirigió en manifestación hacia el consulado francés de Vintimille coreando un solo lema: «¡Libertad!».
El Ministerio francés de Exteriores emitió una firme protesta a través de su embajador en París. Italia reclamó al Gobierno francés «que explique las medidas adoptadas, totalmente ilegítimas y en clara violación de los principios europeos».
Tras recibir la llegada de 20.000 tunecinos desde enero a la pequeña isla de Lampedusa, el Gobierno cerró un acuerdo con el nuevo Ejecutivo tunecino por el que éste se comprometía a acoger a los emigrantes que siguen llegando desde principios de abril. A los arribados antes de esa fecha les otorgó un permiso temporal, lo que les permite, en virtud de la legislación comunitaria, viajar a cualquier país del espacio Schengen.
Pese a ello, el Gobierno francés insiste en que no está concernido por esta medida y exige otros requisitos, como que dispongan de pasaporte y de posibilidades económicas.
Italia prosigue, mientras tanto, expulsando a los inmigrantes llegados desde que entró en vigor su nuevo acuerdo con el poder tunecino. 330 tunecinos han sido repatriados contra su voluntad desde entonces.
(Puede haber caducado)