Roma. Las autoridades italianas rescataron ayer a 248 inmigrantes procedentes del norte de África cuyo barco había naufragado frente a las costas de la isla de Pantelaria. Un viejo pesquero con unos 250 ocupantes, que partió de Libia, encalló en las proximidades de una pequeña cala de la isla, cercana a Lampedusa, tras lo que los indocumentados tuvieron que nadar hasta llegar a la costa. Fuentes de la Capitanía de Puerto de la isla informaron de que dos mujeres jóvenes que viajaban en esa embarcación fallecieron en su intento de alcanzar la costa.

Las condiciones meteorológicas del Canal de Sicilia están empeorando, por lo que un avión de las autoridades italianas trabaja para controlar la presencia de posibles nuevas barcazas. Y es que la oleada de inmigrantes no cesa. Cada día llegan barcas con cientos de inmigrantes a bordo. En total, ayer alcanzaron las costas italianas unos 350 africanos en dos embarcaciones. El otro barco, con una centena de inmigrantes a bordo, partió de Túnez. La Guardia de Finanzas de Lampedusa también tuvo que salir la madrugada de ayer al rescate de esta barcaza, que se estaba hundiendo a pocas millas al sur de la isla, tras lo que los indocumentados fueron trasladados a puerto.

28.000 indocumentados Mientras, la tensión que se vive en Italia por la llegada a las costas del sur del país de unos 28.000 inmigrantes procedentes del norte de África desde que comenzó el año se trasladó anoche a la ciudad de Génova, en el noroeste. Un grupo de desconocidos lanzó un cóctel molotov en la puerta de entrada a un antiguo colegio que las autoridades genovesas han puesto a disposición del Gobierno de Silvio Berlusconi para acoger a inmigrantes llegados a la isla de Lampedusa.

En el Consejo Municipal celebrado en Génova se registró además un elevado nivel de crispación a causa de la acogida de inmigrantes del norte de África y varias concentraciones ciudadanas tuvieron lugar frente a los lugares dispuestos por el Ayuntamiento para albergar a los indocumentados.

En unas declaraciones desde Túnez que publicó ayer el diario milanés Corriere della Sera, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insta a Europa a no dejar sola a Italia ante la emergencia migratoria. “No quiero entrar en polémicas sobre la interpretación del acuerdo Schengen. Puedo, sin embargo, decir que la Comisión pide una postura solidaria ante el tema de la inmigración ilegal. Y lo hemos dicho también en el Consejo de ministros de Luxemburgo”, comenta Durao Barroso. “Si llegan 20.000 inmigrantes a una isla de 6.000 habitantes como es Lampedusa, está claro que se crean preocupaciones. Y éstas tienen que ser compartidas por todos los países europeos, con una actitud solidaria”, señaló.