Túnez debe aceptar la repatriación de sus ciudadanos que residen ilegalmente en Europa, indicó ayer en la capital tunecina el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que anunció nuevas ayudas por importe de 140 millones de euros.

«La migración debe ser tratada como un desafío común, una responsabilidad compartida. Esperamos de Túnez una acción fuerte y clara aceptando la readmisión de sus ciudadanos que se encuentran ilegalmente en Europa, así como en la lucha contra la inmigración irregular», aseguró Barroso. «El compromiso de Túnez es crucial para continuar con nuestra cooperación», insistió tras entrevistarse con el primer ministro interino de Túnez, Béji Caïd Essebsi.

A cambio, más ayudas

Según el dirigente europeo, la UE está dispuesta a incrementar las ayudas a Túnez a cambio de un «mayor compromiso» por parte de las autoridades del país norteafricano.

«La emigración no es la solución a los desafíos económicos de este país. La solución a largo plazo es el desarrollo económico y social que se basa en el talento y energía de los tunecinos […] Estamos dispuestos a contribuir a esta reactivación económica y a la lucha contra la pobreza», agregó Barroso.

Durante el período 2011 – 2013, la Comisión reorientará sus programas de ayuda, que representan 4.000 millones de euros para sus vecinos del sur. Túnez se beneficiará de una ayuda suplementaria de 140 millones de euros, adicionales a lo ya presupuestado.

Homenajeando «a un pueblo valiente que ha tomado el futuro en sus manos», Barroso deseó que los «inversores y los turistas puedan regresar en poco tiempo» a Túnez, país que el 14 de enero vivió la caída del poder de Zine el Abidine Ben Alí.