unión europea
Italia se queda sola en su iniciativa para dar visados a inmigrantes
Los ministros de Interior de la Unión sugirieron a Italia que emprenda la repatriación de esos inmigrantes a sus lugares de origen, si es que no cumplen con los requisitos para pedir el asilo político en Europa.
La Voz de Galicia, , 12-04-2011Italia no logró hoy apoyos de los ministros de Interior de la Unión Europea a su iniciativa de conceder visados temporales a miles de norteafricanos que han llegado a su territorio, con el objetivo de que puedan viajar a otros destinos y abandonen territorio italiano.
En lugar de aceptar la inédita iniciativa de Roma, los ministros de Interior del bloque comunitario sugirieron a Italia que emprenda la repatriación de esos inmigrantes (la mayor parte de Túnez, Libia y Egipto) a sus lugares de origen, si es que no cumplen con los requisitos para pedir el asilo político en Europa.
En realidad, no se trata de una amnistía generosa para miles de indocumentados norteafricanos que actualmente se encuentran en su territorio, sino de una estrategia del primer ministro italiano, Silvo Berlusconi, para repartir a los inmigrantes de forma, a juicio de Roma, más solidaria entre los 27 socios.
«Ha habido una opinión favorable a la iniciativa de Italia de trabajar conjuntamente con Túnez (…) pero (Roma) no recabó apoyos en la cuestión de los visados», aseguró una fuente diplomática.
Italia propuso conceder visados temporales de estancia a un grupo de inmigrantes norteafricanos que llegaron recientemente a sus costas (especialmente ante la isla mediterránea de Lampedusa), y cuyo objetivo final era seguir el viaje hacia otros países socios de la UE, sobre todo a Francia y al norte del viejo continente.
Roma pretende de esta manera suavizar la tensión que existe en el país ante las nuevas oleadas de inmigrantes de África del Norte y subsaharianos, y que Europa muestre su solidaridad con Roma, aceptando acoger a algunos de estos inmigrantes, muchos de los cuales han sido expulsados de Francia, donde pretendían establecerse, y devueltos a Italia.
Desde que comenzaron en enero pasado las revueltas en Túnez, cerca de 21.000 ciudadanos de ese país y de otros del Magreb han llegado hasta las costas italianas.
En medio de una especie de ping-pong entre París y Roma por el flujo de emigrantes norteafricanos, que ambos gobiernos han convertido en motivo de disputa, varios países lanzaron sus dardos contra el ministro italiano de Interior, Roberto Maroni, por haber sido el principal promotor de una iniciativa que juzgan «irresponsable».
Iniciativa para recibir a refugiados subsaharianos
Entre quienes han protestado con más fuerza figuran los ministros de Interior de Polonia, Reino Unido, Alemania y Austria.
En otro orden, los 27 aprobaron esta tarde una iniciativa conjunta para recibir a refugiados subsaharianos de la frontera entre Libia y Túnez, por «motivos humanitarios». España, Bélgica, Portugal o España figuran entre los socios de la UE que se han mostrado dispuestos a abrir sus fronteras. También acordaron aceptar determinados contingentes de emigrantes procedentes de Malta, que actualmente están hacinados en centros especiales en la exigua isla mediterránea.
«Malta es una isla muy pequeña con una capacidad limitada y debemos apoyar a este país», comentó la comisaria de Interior de la UE, Cecilia Malmström.
Según Malmstrom, Italia está «en su derecho» a expedir esos visados, que, sin embargo, no otorgan el derecho automático a moverse con plena libertad en el espacio Schengen, donde no existen los controles intrafronterizos. Quienes logren esos visados temporales deben demostrar que tienen capacidad económica para subsistir, entre otros extremos.
Francia, subrayó la comisaria, también está en su derecho a reforzar (y dejar sin vigor de forma puntual los acuerdos de Schengen) para evitar la entrada de ilegales.
En ese sentido, el ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró contrario al pedido de Roma para poner en marcha una directriz comunitaria con el fin de ofrecer refugio temporal a los inmigrantes norteafricanos que lleguen a Europa.
Rubalcaba comentó que «no hay razones» para activar una directiva europea en la materia, como pide Italia, ante la avalancha de inmigrantes que llegan a sus costas, especialmente a la isla de Lampedusa.
«Soy muy partidario de que Europa mantenga su condición de región de asilo, un espacio del mundo en donde las personas que tienen problemas en sus países puedan vivir, y puedan encontrar la libertad que en sus países no encuentran (…) Pero no puede quedarse en Europa quien ha entrado ilegalmente», dijo.
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