Los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) han rechazado en medio de un agrio debate la petición de Italia de repartir entre los Veintisiete los 22.000 inmigrantes irregulares tunecinos llegados a su territorio tras el inicio de la revuelta en el país norteafricano. Los ministros, por el contrario, han instado a Italia a devolver esos inmigrantes irregulares a su país de origen.

“La inmensa mayoría son inmigrantes irregulares y tiene que volver a su país de origen”, ha declarado el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, resumiendo la posición mayoritaria de la UE. “Italia ha pedido solidaridad y nos han respondido espabilaros solos. Me pregunto si aún tiene algún sentido formar parte de la UE”, ha afirmado enfurecido el ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, tras concluir la reunión.

El problema de la inmigración irregular tunecina en Italia ha dominado la primera jornada del Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE, con un cruce de acusaciones, reproches y amenazas entre la mayoría de países e Italia.
Permisos irregulares

Francia, Alemania, Austria, Gran Bretaña, Polonia, España y Eslovaquia han acusado al Gobierno italiano de intentar exportar su problema al resto de la UE mediante la concesión de permisos temporales de residencia a esos inmigrantes con los que pueden entrar en otros países europeos, cuando no reúnen ninguno de los requisitos establecidos para ello. La legislación europea establece que para disponer de ese permiso hay que tener un documento de identidad válido y recursos económicos suficientes para vivir.

Francia, Austria y Alemania han anunciado que reforzarán los controles fronterizos para evitar que esos inmigrantes irregulares entren en su territorio. El ministro francés del Interior, Claude Guéant, ha amenazado con reenviar a Italia a las personas cuyo permiso “no sea conforme a las reglas”. “Dejar entrar gente sin medios prepara el terreno para la criminalidad”, ha asegurado la ministra austriaca del Interior, Maria Fekter.

En contraste, los Veintisiete han aceptado acoger a refugiados subsaharianos presentes en la frontera entre Túnez y Libia y a parte de los alrededor de 900 que han llegado a Malta, que no pueden volver a sus países de origen. Entre los países voluntarios se encuentran España, Alemania, Bélgica, Italia, Suecia, Noruega y Portugal, según ha explicado la comisaria de Interior, Cecilia Malmström.

Además, la UE asistirá económicamente a los países de la región que acojan a estos refugiados. “Malta es una isla muy pequeña con una capacidad limitada y debemos apoyar a este país”, ha dicho Malmström en rueda de prensa.