LEYRE IGLESIAS / Bilbao
El Parlamento Vasco aprobó en noviembre
de 2009 una proposición no
de ley que exigía al Departamento
de Educación que pusiera en marcha
un nuevo Programa para la Integración
del Alumnado Inmigrante
que evite la concentración de más de
un 20% de alumnos extranjeros en
determinados colegios. Una tendencia
en la escuela vasca que, lejos de
corregirse, se ha extendido: si hace
tres cursos eran 63 los centros educativos
en esta situación, este año la
cifra se eleva a 68 colegios –54 de
ellos públicos y los otros 14 de titularidad
concertada–.
En una reciente comparecencia
en la Cámara, la consejera de Educación
Isabel Celaá aseguró que la
fórmula para equilibrar esa concentración
excesiva de alumnos inmigrantes
pasaba por incentivar a los
colegios, aunque fuentes del Departamento aseguraron que se trataba
de una línea de trabajo sinmedidas
concretas, almenos por el momento.
Ayer el parlamentario de Aralar
Mikel Basabe llevó el asunto al Pleno,
pero lo retiró poco antes de su
debate. Según la explicación que
ofreció a este periódico, las enmiendas
presentadas por el resto de los
grupos iban a conducir a un texto
«mucho más descafeinado» que el
mandato parlamentario cerrado hace
más de un año, y de cuyo cumplimiento
no se han tenido noticias.
La propuesta de Aralar volvía a
pedir a la consejería que elabore un
programa específico para estos estudiantes
«antes de que comience el
curso 2011-2012». Basabe exigía medidas
para «repartir a los alumnos
entre los centros financiados con
fondos públicos» –incluidos los concertados–,
«a fin de evitar la excesiva
concentración de alumnos que precisan
de un apoyo educativo especial
», tomando como referencia que
la cuota de alumnos inmigrantes «no
exceda del 20%» si se quiere facilitar
su integración. Además, su propuesta
recogía de nuevo una larguísima
lista de iniciativas sobre la necesaria
dotación presupuestaria o la revisión
del reglamento de admisión de los
alumnos para «garantizar la transparencia
» del proceso de matriculación,
entre otras.
Las enmiendas planteadas por socialistas
y populares eliminan ese
porcentajemáximo del 20%. Ambos
piden evitar la «concentración excesiva
» de este alumnado en un mismo
centro y la asignación de los recursos
necesarios para asegurar su éxito
académico. El PNV, por su parte,
pretendía conceder a Celaá un mes
para presentar la evaluación del Programa
de Interculturalidad 2007-
2010 y tres meses para desvelar su
nuevo plan.
Basabe lamentó ayer que «no hay
visos» de que el Gobierno quiera
«hincar el diente» a este peliagudo
asunto, cuando «ha pasado más de
un año y medio» y no se conoce un
plan específico para corregir el desequilibrio
existente.Desde el PSE, Vicente
Reyes indicó a este diario que
los socialistas mantienen «intacto»
su compromiso y que «no hay contradicción
» entre la detallada propuesta
aprobada en 2009 y la que
pretendían sacar adelante ayer.