Al menos 59 cadáveres fueron hallados en un rancho al norte de México el pasado miércoles, mientras en 38 ciudades se llevaban a cabo manifestaciones contra la violencia de los narcotraficantes y la respuesta militar del Gobierno mexicano.

43 cuerpos aparecieron en una fosa en la ciudad de La Joya y otros 16 en otras ocho, en el municipio de San Fernando, el mismo en el que en agosto aparecieron los cadáveres de 72 inmigrantes que, según un superviviente, mataron los miembros del cartel de los Zetas.

A la vez, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) informó que liberó a cinco personas que estaban secuestradas y detuvo a cinco personas.

El hallazgo se produjo el mismo día en que manifestaciones por el fin de la violencia y contra las muertes y desapariciones aglutinaron a miles de personas en todo México. Desde la llegada al de Felipe Calderón al poder en diciembre de 2006, cuando inició las acciones contra el narcotráfico con el apoyo de 50.000 militares han muerto ya 34.600 personas, según cifras oficiales hasta finales de 2010 Este año se contabilizan ya 3.000 muertos.

Las marchas estaban convocadas por el poeta Javier Sicilia, uno de cuyos hijos apareció muerto el 28 de marzo junto a cuatro amigos, en Cuernavaca, con señales de haber sido torturados. Según France Press, en México DF participaron cerca de 10.000 personas tras una pancarta con el lema «Calderon asesino de jóvenes» con carteles con las frases «Basta de sangre» o «No es nuestra guerra pero son nuestros muertos». Sindicatos, organizaciones estudiantiles y diversas personalidades del mundo de la política y la cultura participaron en la marcha. El epicentro de las protestas fue Cuernavaca, donde se reunieron unas 15.000 personas. El escritor anunció que permanecerá en la plaza central de la ciudad hasta el próximo miércoles, fecha límite que ha dado a las autoridades mexicanas para capturar a los responsables de la muerte de su hijo.