Una de las principales vías de entrada de inmigración que persisten en plena crisis es la reagrupación familiar. Se trata de un acceso distinto al área metropolitana de Barcelona: está regulado. En el Ayuntamiento de Barcelona, no se percibe como un hecho negativo. En tres años se han tramitado 13.000 informes de reagrupación. El hecho de que un inmigrante quiera traer a sus hijos a Barcelona es una buena noticia, porque la llegada de las familias permite romper el aislamiento que caracteriza a menudo la vida de muchos recién llegados en sus primeros años. Los expertos en la materia, muchos responsables municipales e incluso del propio Departamento de Estado norteamericano en un informe específico sobre la inmigración en Barcelona filtrado entre los papeles de Wikileaks han alertado de que estas condiciones de vida aislada son letales para la convivencia.