“Mi hija no tenía enemigos. Era una chica sana y no sospecho de nadie”, exponía anoche a última hora Lleber Zaruma, el padre de la joven Yanela, en una céntrica calle de Burlada, mientras buscaba un locutorio desde el que poder avisar a Ecuador.

pamplona. Su padre, con una entereza enorme, refería que el sábado por la tarde noche fue el último momento en el que vio viva a su hija. “Subimos juntos en la villavesa, con ella y mi sobrina y le di el último beso en la parada de Baja Navarra, cerca de Merindades. Se iban juntas a la discoteca y ya no la he vuelto a ver desde ese momento. Mi sobrina fue la que contactó el domingo con Yanela”, declaraba el padre de la joven hallada muerta ayer en la balsa de La Morea de Beriáin.

El progenitor, cuya familia procede la ciudad de Zamora, pequeña ciudad localizada en el sureste del Ecuador, al igual que otros miembros de la comunidad ecuatoriana que llevan años residiendo en Burlada, pudo regresar al domicilio familiar a última hora después de presentar la denuncia en la Policía y ofrecer toda la información posible. Un tanto abrumado, y mientras abría el portal para acostar a su nieta, prefirió no hacer más declaraciones a la espera que hoy le puedan ofrecer alguna respuesta.