LA historia de Yanela Zaruma Cabrera es una de tantos jóvenes de una segunda generación de inmigrantes que llegó a nuestro país de la mano de unos padres emprendedores que marcharon de Ecuador en busca de un mejor futuro para sus hijos. Un cruce de culturas que ha transitado hasta echar raíces en su nueva tierra.

De hecho, sus amigos, destacan, podrán votar en las próximas elecciones. Amigas cercanas a la víctima recuerdan que Yanela llegó hace ocho años de Ecuador con un hermano menor. "Su madre quería que estudiara y tuviera una carrera para poder ganarse la vida. Entró en el instituto Navarro Villoslada pero no logró terminar la ESO, no se centró del todo y lo dejó para estudiar Formación Profesional. Hizo Peluquería y luego se puso a trabajar.

Sé que estuvo en un Burger King y en un locutorio en San Jorge", indicó. Últimamente Yanela no trabajaba, cuidaba de su hija, la llevaba a la guardería y ayudaba a su madre que trabajaba fuera de casa. Sus amigas la definen como una joven “alegre, divertida, que se comía el mundo y con la que nos reíamos mucho”. “Luego conoció al que fue su novio, más tarde tuvo a la niña y le cambió la vida porque su hija lo era todo, vivía para ella, para que no le faltara de nada y tuviera todo el cariño del mundo. Ya no salía como antes y estaba muy centrada como madre”, relatan.

La cuadrilla la integraban ocho amigos, la mayoría procedentes de la provincia ecuatoriana de Zamora. La pareja vivió en el barrio de Milagrosa hasta que se separaron hacia finales del año pasado, admiten sus allegados. “A partir de la separación, ella fue a vivir con su hija a la casa de su madre en la calle Nueva de Burlada”, remarcó. “Era una chica muy reservada sobre su vida privada, pero la pareja se conoció aquí, en Navarra”, agregan. Su niña viajó con ella las pasadas Navidades a Ecuador y a partir de ahí la relación no continuó, admiten. “Ella no quería regresar con él aunque seguía teniendo relación con la niña”, indican.

Su entorno asegura que Yanela tenía “muchos amigos, la quería todo el mundo, no concebimos que pudiera tener enemigos”, reiteran. ¶ Se había acostumbrado a su nueva vida en nuestro país y “tenía dudas sobre si quedarse o no en el futuro porque tenía familia, abuelos y tíos en Ecuador, pero pensaba sobre todo en lo mejor para su hija que, además, es lindísima. De todos modos, había comprado un pequeño terreno en Ecuador pensando en la pequeña”.

Uno de los últimos contactos con algunos de sus amigos se produjo el jueves pasado a través de Facebook. Sus conocidos de Burlada se extrañan de lo ocurrido. “Seguíamos teniendo relación con ella y siempre ha sido muy querida. No sabemos si tenía nueva pareja…”, relataron. Los vecinos de Yanela conocían más a su madre que a ella. “La madre compró el piso hace un par de años, se iba muy temprano a trabajar y regresaba por la tarde. A Yanela la veíamos más con su niña, era simpática”.